Por mucho que lo intenten las casas de moda, todavía no han conseguido traer al mercado un abrigo que combine con los trajes con la elegancia y distinción que lo hacen los diez protagonistas que traemos durante este y el próximo fin de semana a esta columna.
1.El Crombie
El Crombie es uno de los abrigos de ciudad más polivalentes para usar tanto con traje como con un informal dos piezas. El color azul marino resulta la opción más versátil además del preferido por personajes tan dispares como Winston Churchill, Los Beatles o Cary Grant. Aunque es posible encontrarlo en diferentes terminaciones, el modelo de hilera sencilla y confeccionado con lana pesada sigue siendo el modelo icónico. Añadámosle un cuello de terciopelo y un forro de color, por ejemplo, rojo y nos habremos hecho con un abrigo todo terreno y actual.
2.El Chesterfield
Dado a conocer en el S. XIX por la casa de los duques de Chesterfield se caracteriza por su formalidad al extenderse por debajo de la rodilla. Aunque puede ser cruzado, es el modelo de hilera sencilla con botones cubiertos el más conocido. Sus colores más populares siguen siendo el azul, el beis y el negro. No obstante, el modelo confeccionado en lana gris, con estampado de espiga y con el cuello de terciopelo negro representa el Chesterfield por excelencia.
3.El Covert
Este modelo es la alternativa ideal para aquellos que quieren hacer acompañar su traje de un bonito abrigo, pero sin por ello tener que vestir un serio Crombie o un largo Chesterfield. Aunque en sus orígenes se concebía como abrigo de montar y de caza, hoy se viste también en la ciudad. Es un abrigo ceñido que no sobrepasa la rodilla y que está confeccionado con telas no muy gruesas para poderse vestir gran parte del año. Sus cuatro costuras paralelas en los puños y en el faldón, su cerillera en el lado derecho, su cuello de terciopelo y su tono marrón claro permiten identificarlo fácilmente. Probablemente el mejor abrigo si queremos vestirlo tanto con traje como con unos pantalones informales.
4.La gabardina
Presente en el armario del hombre desde 1880, se caracteriza por su tejido impermeable resistente al viento, al agua, a la nieve y por su inconfundible diseño de origen militar. Siempre más auténtico de hilera cruzada, con cinturón, con anchas solapas y grandes bolsillos, el también conocido como abrigo de trinchera es la mejor alternativa para cuando el cielo amenaza lluvia. Aunque el color más emblemático sea el beis, los tonos azul oscuro, granate o los más atrevidos rojo o verde, añaden un toque de frescura a los armarios más atemporales.
5.El Ulster
Aunque hoy algo olvidado, su belleza intemporal lo convierte en uno de los diez abrigos obligatorios. Caracterizado por una hilera cruzada del tipo 6x3 o 8x4, por descansar por debajo de la rodilla, por sus bolsillos de parche, su cinturón con agujeros y sus puños franceses, el Ulster es el abrigo perfecto con el que pasear por el campo en una poco desagradable tarde invernal. No obstante, son sus amplias solapas chatas, su tejido tipo Tweed, su costura alta central, sus pliegues traseros y su larga abertura en la espalda sus notas más diferenciadoras.
6.El Paletot
Presente desde mediados del S. XIX y con ciertas similitudes con el Chesterfield, se caracteriza por su hechura holgada, sus solapas de pico, un largo faldón que se extiende por debajo de la rodilla, una corta abertura trasera y una caída en forma de campana desde la cintura. De hilera cruzada, con sus botones dispuestos en forma 6x2 y sin cinturón, el paletot es el abrigo perfecto para vestirse, sobre todo de ser azul marino, con el chaqué y frac, aunque también con un buen traje artesanal diplomático. Dependiendo del tipo de tejido, se conseguirá un aspecto más serio o informal. Para los looks más casuales, los tejidos de Tweed o de franela son los compuestos más versátiles.
7.El Pea Coat
Si para sacar lo mejor del paletot resulta necesario vestir como mínimo un elegante traje de chaqueta, el Pea Coat, también conocido como chaquetón de marinero, cobra su significado con los atuendos más informales. Aunque aparece en el S. XIX, hasta bien entrado el S. XX está considerado tan de sport que no es bien visto vestirse en la ciudad, prohibiendo incluso algunas empresas vestirlo a sus empleados durante la jornada laboral. Sin embargo, la gran influencia de los marineros ingleses en la vestimenta de sport y el que el Duque de Windsor fuera altamente criticado por aparecer vistiéndolo en un acto público, lo convirtieron en todo un objeto de culto. Caracterizado por una hilera cruzada, seis botones en fila recta, un grueso tejido, amplias solapas para protegerse del frio del mar y una reducida longitud para permitir a los marineros subir por el mástil, el Pea Coat sigue siendo todo un clásico de la vestimenta casual.
8.El Greatcoat
Con un aspecto que recuerda los imponentes abrigos militares del S. XVII, destaca por sus líneas amplias y un resistente tejido de lana capaz de aguantar todo tipo de inclemencias climatológicas; lluvia incluida. Fácilmente reconocible por sus voluminosas solapas y sus puños dobles – ambos detalles pensados para desdoblarse y proteger del frío tanto la cara como las manos -, sus profundos bolsillos se pensaron para resguardar de la lluvia la comida del día. Concluida la Segunda Guerra Mundial, el Greatcoat se popularizó entre la población civil convirtiéndose en uno de esos abrigos imprescindibles. Por sus reminiscencias militares, el gris, el verde oliva y el azul son sus colores más frecuentes. Todavía resulta frecuente que una pequeña capa proteja la parte alta de la espalda. Como siempre ha sido costumbre en los abrigos militares, es de hilera sencilla y descansa holgadamente por debajo de la rodilla.
9.El British Warm
Todo un clásico inglés también con reminiscencias militares, concretamente del ejercito británico de la Primera Guerra Mundial. Está confeccionado con lana melton, hilera cruzada, solapas de pico, bolsillo de pecho, dos amplios bolsillos laterales, una abertura trasera central y con una longitud que llega hasta la rodilla. En su versión más auténtica cuenta con solo dos botones en sus mangas y uno en el interior del cuello para poderse abotonar. Winston Churchill y el Príncipe Carlos han sido dos de los mejores clientes de este abrigo.
10.El King Coat
Abrigo aristocrático por excelencia, alcanzó una enorme popularidad en los años treinta de la mano de los principales galanes de la gran pantalla. Cruzado del tipo 6x2 es ceñido y se extiende por debajo de la rodilla, en tejido de lana en espiga, de solapas de puntas altas y de, preferiblemente, bolsillos laterales rectos y color azul marino. Este ha sido la opción preferida de monarcas y aristócratas de medio mundo. La pureza de sus líneas y su gran elegancia convirtieron al Rey Jorge VI en su más ferviente fan.
El Aristócrata