Las últimas semanas han sido bastante intensas en cuanto a charlas y actos relacionados con el mundo del lujo, premio por medio incluido.
A pesar de que la calle demuestra la falta de interés por vestir de una determinada manera, y esto es algo que ocurre también fuera de España, la realidad es que hay un porcentaje de población que cada vez se siente más atraída por la ropa a medida y la vestimenta clásica. Pasados los excesos del boom económico, este también tuvo un importante impacto en la forma de vestir de la década pasada, desde hace ya un tiempo se vuelve sobre los principios más básicos del buen vestir.
Prueba de ello fue el cartel de aforo completo que se colgó para la charla que sobre la ropa formal di en el hotel Only You de la calle Barquillo de Madrid. A pesar de que la asistencia era exclusivamente por invitación, cursada por el suplemento del periódico Expansión Fuera de Serie, todos los asientos se ocuparon y mucha gente tuvo que escucharme desde el pasillo que daba acceso a la misma. ¡Y eso que iba a hablar del frac, el chaqué y el esmoquin!. Pues aún así nadie se movió de su silla en las más de dos horas que duró la charla y las preguntas posteriores. Y después seguimos una hora larga charlando ya con copa de vino en la mano.
Para entrar en ambiente vestí de esmoquin, de la familia Calvo de Mora, y decoré la charla con diferentes chaqués, esmóquines y fracs que muy amablemente me dejó la sastrería Sánchez Caro. Sobre estos sus maniquíes traté de explicar de manera amena las particularidades de cada uno. Desde cuándo vestirse, su corte correcto, los complementos que vestir con cada uno de ello etc. Podéis ver un resumen y un video en el siguiente link: http://www.expansion.com/fueradeserie/moda-y-caprichos/2017/04/24/58fdb51222601dd0318b45c4.html
Días después acudía como nominado a los ya consolidados, son nueve ediciones, Premios Elegantes de Santiago de Compostela que organiza el periódico El Correo Gallego. La mayoría de los nominados son personas locales por lo que no siendo gallego me hizo particular ilusión ser uno de ellos. Concretamente me nominaron, junto a otros cinco candidatos, en la categoría de “Cultura y Comunicación”. Y para mi surte resulté el elegido.
En mi corto agradecimiento, además de corresponder a la ciudad de Santiago su bonito detalle, dediqué el premio a los sastres de España. Concretamente, creo recordar – siempre que hablo suelo improvisar – que dije algo así: “me gustaría dedicar este premio de la elegancia a todos los sastres de España, a quienes esta palabra les debe mucho. Son sus creaciones las que la elevan a su máxima expresión y las que nos permiten seguir disfrutando de un arte tan escaso como único. Para que esta profesión no se pierda y siga acuñando los compases de la elegancia atemporal, dejémonos caer por sus talleres y saboreemos, aunque sea al menos una vez en su vida, uno de los oficios con más tradición del mundo”.
Algunos días después departía con miembros de YPO, una asociación a nivel mundial cuyos miembros son Presidentes, CEOs, o Directores Generales, menores de cuarenta años. La temática no fue otra que la importancia de la moda, y la ropa en general, en las relaciones personales y profesionales. Fueron dos increíbles horas en las que se puso de manifiesto la importancia de vestir de determinada manera para expresar no solo el mejor mensaje personal sino también la imagen de cada empresa.
Semanas después acudía a Barcelona, concretamente al Círculo Ecuestre, para hablar junto a Fabrizio Ferraro, profesor de estrategia y responsable del Curso de Moda y Lujo del IESE, sobre la vestimenta en el mundo de la empresa. Tras una amena cena, departimos sobre la posibilidad real de que la corbata terminara, en un medio plazo, desapareciendo en el nuevo contexto empresarial. Si bien coincidimos en que siempre habrá público para este complemento también lo hicimos sobre caída de popularidad.
Más concretamente hablamos sobre el reto que supone vestir correctamente sin el uso de la misma. Muchos somos los que pensamos que vestir elegantemente es relativamente sencillo de hacerlo correctamente de corbata. Sin embargo, es mucho más difícil de tener que escoger, y combinar acertadamente, todo un conjunto de sport.
Este encuentro organizado por la que sin duda es la mejor tienda multimarca de España, y una de las mejores de Europa, Santa Eulalia, puso de manifiesto el reto que supone vestir hoy en día y no errar en la elección de la vestimenta se acuda a una cena vestida, a un restaurante o a un encuentro donde no se sabe con exactitud el tipo de atuendo con el que acudirá el resto de invitados. Aunque este escenario que deja la corbata guardada en el armario sin duda no es el que muchos desearíamos, es una evidencia de que la popularidad de la corbata difícilmente volverá a ser la de antaño. De hecho, las tres últimas asesorías de imagen que he realizado han sido a personas que han vestido corbata prácticamente todo el día y que ahora cada vez con más frecuencia, sobre todo en las reuniones y cenas “de amigos” les piden acudir sin ella.
A pesar de lo que se pueda pensar, se puede ser perfectamente elegante sin corbata. Solo hace falta tener cierto gusto y saber mezclar prendas más serias con pantalones y zapatos algo más informales. Obviamente, colores, texturas y complementos deben ser también tenidos en cuenta. Quizás en otro capítulo podríamos hablar de las múltiples opciones que tenemos.
Estas charlas demuestran que vuelve a haber un gran interés por el saber vestir. Sean aquellos que quieren conocer cómo haceelo correctamente de frac o de chaqué o los que necesitan profundizar en cómo hacerlo de sport, lo que parece claro es que la dejadez en el vestir vivida años atrás ha conseguido que la una parte cada vez más importante de la sociedad se interese nuevamente por el buen vestir.
El Aristócrata