Para algunos demasiado clásicas, pero si lo que queremos es tener un armario que dure años sin necesidad de cambiarse cada temporada tengamos presente que lo clásico siempre envejece mejor.
1.Una chaqueta azul marino. Mucho tienen que cambiar los tiempos para que esta prenda deje de ser una imprescindible. Si cruzada podría resultar más estilosa, es su versión de hilera sencilla la más polivalente. Decórese con botones que la diferencien del resto, de corozo, plata o con un grabado especial, y podrá vestir cualquier conjunto informal de manera rápida, elegante y sencilla.
2.Unos oxfords negros. Tanto lisos como en su versión semi brogue no ha existido tendencia que haya acabado con ellos. Desde la aparición del traje moderno este modelo de zapato ha compartido protagonismo con la bota Balmoral. Quedando esta última reservada a actos formales o a conjuntos como el chaqué, el modelo Oxford es el protagonista atemporal del zapatero del hombre.
3.Un abrigo cruzado. Tanto largo tipo covert como tres cuartos modelo Pea Coat, este abrigo es válido para acudir tanto al trabajo como a la ópera. Incluso, con un mínimo de estilo y de no sobrepasar la rodilla puede acompañar a conjuntos informales. En beis válido para las horas de sol, pero en azul oscuro tanto para el día como para la noche.
4.Una camisa blanca de lino. En nuestro país las altas temperaturas están aseguradas. La camisa de lino en sus diferentes colores, pero sobre todo la blanca, con sus múltiples cuellos y botonaduras aguanta el paso del tiempo como una prenda de plena actualidad. Tanto por dentro como por fuera del pantalón, con chinos, jeans o traje de baño, su aire desenfadado acompaña con gran frescura las horas de asueto de los meses de más calor.
5.Un conjunto dos piezas de chaqueta azul y pantalón gris. Sin ser siempre correcto, se puede vestir menos en las ocasiones más formales. Con corbata o sin ella, con zapato de cordones o mocasín, sus posibilidades son muchas y dependerá de qué complementos escojamos para determinar la seriedad o informalidad del conjunto.
6.Un esmoquin. Con frac y chaqué reservados a momentos puntuales, el esmoquin es la única prenda de ceremonia que aguanta el paso de los años con buena salud. Sus líneas no han cambiado desde sus orígenes y no parece, debido a su actual gran belleza, que lo debiera hacer tampoco en el futuro.
7.Una camisa a rayas azul para corbata. Modas y preferencias aparte, la camisa de traje se diferencia de la de sport por no contar con botones en los picos de su cuello. Una camisa sin ellos, con o sin puño doble, y a mil rayas azules es el modelo por excelencia de vestir con traje, tango gris como azul.
8.Una corbata regimental. Solo la corbata lisa azul marino puede competir con esta en tradición e historia. Presente desde el último cuarto del S.XIX, servía para diferenciar los diferentes regimientos británicos. Con la corbata en extinción será de las pocas que aguante el paso del tiempo.
9.Unos semi-brogue marrones. Algo menos formal que el Oxford negro liso, pero iguales de clásicos y con posibilidad de vestirse tanto con traje como con conjuntos de sport. Aún siendo el modelo Oxford más polivalente, unos derby semi-brogue cordovan seguro que durarán toda la vida y cada año parecerán más especiales.
10.Un traje gris marengo. Si bien se pudiera pensar que de solo poder escoger un traje ese debería ser el azul marino, lo cierto es que el gris oscuro es igual de clásico y sus posibilidades van mucho más allá de las del azul.
Recordemos que, aunque estas diez prendas nunca pasarán de moda, si queremos que envejezcan bien, escojámoslas de telas y pieles que sin tener que ser las más exquisitas sí sean las más longevas.
El Aristócrata