Otro rápido paréntesis aquí para animar a aquellos que se dejan llevar por el marketing o la “marquitis” a que apuesten por las alpargatas españolas de “toda la vida” y no caigan en la tentación de hacerse con modelos que parecen haber sido fabricados lejos de nuestras fronteras. Muy probablemente también esas alpargatas habrán salido de alguna de nuestras fábricas del País Vasco, Murcia o de la Rioja. Además, una alpargata es, y así creo que debería seguir siendo, una alpargata, es decir, un calzado de gran sencillez, con una loneta y su característica suela de esparto, elaborado a mano y sin mayores pretensiones. Es decir, carece de sentido pagar por ellas lo que hoy empieza a ser norma. Si a alguien le interesa aquí dejo un link con una reflexión que escribí hace tres años sobre los productos más famosos que se fabrican en España y que pudiéramos no ser conscientes.
Con todo ello presente, no resulta del todo sencillo encontrar un zapato para vestir en el tiempo libre y que aúne comodidad, frescura, cierta elegancia y que sea relativamente vestido. Quizás uno de los pocos que podría darnos todo ello sería el tipo gommino o, también, los mocasines de piel blanda. Los gominnos tienen la particularidad de contar con pelotas de goma – conocidas como gomminos - en la suela, algo que no los hace aptos para todos los públicos. Algunos podrán achacarles que no son particularmente cómodos y otros que su uso intensivo pudiera terminar desgastando dichos tacos de goma y hacer a zapato inservible.Como usuario de ellos no he llegado nunca a desgastarlos tanto como para no poderlos usar – cierto que tampoco es que los maltrate mucho -. Respecto a la comodidad, requieren acostumbrarse a ellos ya que al no pisar con la totalidad de la planta del pie pudieran no resultar los mocasines más cómodos. No obstante, a quienes no les gusten los gomminos pueden encontrar este mismo zapato con suela estándar. Aunque no resulta difícil acostumbrarse a su pisada, en lo que todos los que los vestimos estamos de acuerdo es en que a pesar de haber podido nacer para acompañar a los pies de los conductores, no son, ni de lejos, la mejor opción para ello al no poder tener fijado el pie ni al suelo ni poder pisar con seguridad los pedales.
Además de los gomminos encontramos otros zapatos con corte de mocasín de fina piel que básicamente actúan como un guante para el pie. Su elaboración es bastante más sencilla, así como su aspecto. Seguro que todos recordareis, y hasta vistáis, los mocasines internacionalmente famosos de Jesús Canovas, mocasines vestidos desde por Julio Iglesias hasta por Favio Briatore o George Clooney. Este tipo de mocasín, no solo los del zapatero ilicitano, destaca por su enorme ligereza y su piel extrafina lo que los acercan más a una alpargata que a un zapato mínimamente armado.
El Aristócrata