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MAESTRÍA Y SABER HACER DE LA MANO DE THE GLENLIVET

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¡Entradas agotadas!
Estimados lectores,

Muchos de nosotros hemos comentado la posibilidad de hacer encuentros cada determinado tiempo y así compartir también de manera presencial lo que hoy solo hacemos de forma virtual. Desgraciadamente las apretadas agendas de las que muchos “disfrutamos” impiden que esto pueda materializarse de manera seria en el tiempo. Sin embargo, esta semana tenemos la posibilidad de conocernos además de hacerlo en un entorno de lo más agradable.

The Glenlivet ha contado conmigo para impartir una conferencia en el Ateneo de Madrid – sala de la Cacharrería -  sobre mi particular concepto del buen vestir. A pesar de que la charla esté dirigida a abogados o profesionales vinculados al mundo de la abogacía y el sector judicial, consultores o profesionales liberales de alta cualificación… los organizadores estarían encantados de contar también con los mayores conocedores de este campo: los lectores de www.elaristocrata.com.
Para ayudar a dar la charla vestiré a cinco maniquíes con cinco conjuntos muy especiales con los que repasaré la historia de la moda masculina más reciente. Igualmente, en la sala me acompañarán diferentes cortes de tela para poder entender la evolución experimentada por la moda clásica del hombre desde el nacimiento en 1792 del fundador de la marca, George Smith, hasta nuestros días. Al termino de la misma tendremos la posibilidad - ya whisky en mano -  de charlar distendidamente sobre el propio contenido de la ponencia.

Esperando veros en el Ateneo de Madrid el miércoles 17 o el jueves 18 de 19.30 a 21.30 os dejo la nota de prensa que se ha hecho llegar a los medios.

El whisky de malta escocés The Glenlivet organiza La Cátedra, unas jornadas de tres días en el Ateneo de Madrid, entre el 17 y el 19 de junio, en las que se hablará de estilo, palabras y whisky.
Javier Bernad, experto en oratoria, José María Galiacho, autor del blog de moda masculina El Aristócrata,  Guillermo Balmori, editor de Notorious Films, Francisco Muro, dircom del Consejo General de la Abogacía Española y Carlos Marañón, director de Cinemanía, los encargados de dirigir cada una de las sesiones de La Cátedra. Diego González, maestro del mundo del whisky, impartirá una master class y cata de tres excepcionales variedades de la marca.

Madrid, 08 de junio de 2015. The Glenlivet, uno de los whiskies con más historia, pone en marcha en el Ateneo de Madrid La Cátedra. Unas jornadas de tres días de duración –del 17 al 19 de junio- donde los asistentes podrán aprender a seducir y cautivar a sus audiencias por lo qué dicen y por cómo lo dicen. Por su aspecto y por su estilo. Podrán convertirse en unos auténticos magos del alegato dentro y fuera de los juzgados. Todo ello en vaso ancho.
El 17 de junio de 19.30 a 21.30h tendrá lugar The Glenlivet Style. Una cátedra compuesta a su vez por tres sesiones imprescindibles: The Glenlivet Trivium, The Lawyer`s Dresscode  y The Glenlivet Master Class. Además, para duplicar la audiencia, esta sesión se repetirá por segundo día consecutivo el día 18.

The Glenlivet Trivium. El tono, la postura, la dicción, la expresión facial… Un taller que habla de la capacidad de hipnotizar y enamorar al público. Javier Bernad, experto en habilidades de comunicación, fundador del centro de entrenamiento para hablar en público Speak & Spam, y responsable del blog de diario Expansión “Hablando en público”, será el encargado de este taller.
The Lawyer`s Dresscode. Si la primera impresión es la que cuenta y una imagen vale más que mil palabras, saber vestir, combinar y moverse como un auténtico dandi inglés supondrá seguras ventajas a la hora de entablar pactos y acuerdos profesionales. En Londres lo saben, y desde hace más de 200 años dejan que sean los sastres de Savile Row los que diseñen, puntada a puntada, el éxito de la City londinense. José María López Galiacho, autor del libro “El Manual del Perfecto Caballero”, será el encargado de vestir a los asistentes como si Savile Row fuera la calle de sus tiendas de cabecera.

The Glenlivet Master Class.  Diego González, auténtico maestro del mundo del whisky, conducirá una cata con tres excepcionales variedades de la marca, mientras disfrutamos de la historia del whisky, de sus propiedades, de sus matices y de brindis excepcionales. The Glenlivet 15, The Glenlivet 18 y The Glenlivet Founders Reserve serán los protagonistas de una tarde de maestros.
El día 19 de 19.30 a 23.30h tendrá lugar la cátedra The Glenlivet Law Movies, precedida por una copa de bienvenida en la que The Glenlivet será la protagonista.

The Glenlivet Law Movies. Una estupenda película de abogados y tres apasionados del cine hablando de sus virtudes. Guillermos Balmori, editor de Notorious Films, gestor cultural y asesor cinematográfico para majors y empresas,  Francisco Muro, Director de Comunicación del Consejo General de la Abogacía, y Carlos Marañón, director de Cinemanía, serán los encargados de dar paso a la película “Matar a un Ruiseñor” de Robert Mulligan, uno de los grandes clásicos del género.
La vinculación de The Glenlivet con el mundo de la abogacía y el derecho viene de lejos. Fue el primer whisky escocés en obtener la licencia legal para destilar el líquido dorado y el único, tras ganar un interminable litigio, legitimado para utilizar el nombre de la tierra donde se elabora.  Es por esto que 181 años después de legitimarse, la marca ha decidido homenajear al sector. Señores y señoras, se abre la sesión.

Más información e inscripciones en www.lacatedratheglenlivet.com


El Aristócrata

EL PITTI Y SUS DANDIS: ELEGANCIA O EXHIBICIONISMO

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Esta semana ha echado el telón la octogesima octava edición de la Feria Pitti Uomo; sin lugar a dudas el evento más importante a nivel mundial relacionado con la moda del hombre. Esta Feria que empezó como punto de encuentro para mostrar las creaciones de los diseñadores italianos hoy es el escaparate en el que quieren exponer las mejores marcas de hombre de medio mundo.

Sin embargo, cada nueva edición pone más de manifiesto la perdida de ese interés originario recayendo este hoy en unos cuantos personajes de moda que se han apoderado del verdadero motivo de la Feria. Estos personajes, muchos de los cuales de todo lo que pueden presumir es de contar “solo” con una tienda de ropa han sido elevados a la categoría de estrellas por los conocidos como “blogueros” y por los seguidores de estos. Estas nuevas “estrellas” en  vez de informarse de lo que pasa en el interior de la Feria prefieren esperar a su entrada para que se les acerque cuanta más gente mayor y les pidan fotografiarse con ellos.
Seguro que todos podríamos entender que un chaval de doce años al ver a su ídolo del balón corriera a pedirle un autógrafo. Sin embargo, parece mucho más difícil de comprender como “tíos hechos y derechos” esbocen su mejor sonrisa para posar con sus nuevos ídolos. Una vez publicadas las fotos estas las acompañadas por descripciones donde la palabra “dandi” suele estar presente. No obstante, quizás sería interesante que antes de usar dicha palabra echaran un vistazo a la hemeroteca y se fijaran y estudiaran a los originarios dandis del S. XIX.

La realidad es que poco queda de aquellos dandis ingleses y franceses del S.XIX que reivindicando una nueva manera de vestir disfrutaban de una vida alejada de los anodinos quehaceres del resto de mortales. Aquellos dandis buscaban despertar la admiración de su sociedad con una revolucionaria indumentaria que reclamaba la ruptura con el pasado más formalista y recargado. No deseaban destacar en sus profesiones pero sí hacerlo por su relajada manera de vida, por ser marcadores de tendencias, vivir de su imagen y aspirar a pertenecer a grupos sociales que por cuna no les correspondían. Sentían que estaban un escalón por encima del resto de los humanos y esto les autorizaba a no tener que prestar atención a las leyes que aplicaban al resto de ciudadanos e incluso a permitirse la osadía de ser consejeros y amigos de reyes y gobernadores.
Su arrogancia y belleza alejaba al dandi de esa gran masa con la que se cruzaba y que con envidia intentaba imitar su pretenciosa pose. Su actitud rebelde le aseguraba un final convulso y temprano. Basta recordar la situación pecaminosa en la que murieron laureados dandis como Brummell, Baudelaire, d´Orsay o hasta el propio Oscar Wilde para entender lo que el implacable destino tenía guardado a esa vida contestataria e inconformista. Aunque imposible sería extrapolar el dandi del S.XIX al del S.XXI, hay ciertas características de aquel primer dandi que a pesar del tiempo transcurrido siguen hoy muy presentes. Fijémonos, por ejemplo, en esa estética de rebeldía para comprobar como hoy todavía el individualismo del dandi le aleja, y hasta le enfrenta, a lo considerado como correcto por su sociedad.

Concluida una nueva edición del Pitti Uomo a ella nuevamente han acudido los dandis de nuevo cuño con el claro objetivo de convertirse en los verdaderos protagonistas de la exposición. Aunque entre estos, al contrario de antaño, no parecen abundar poetas, escritores o artistas, al menos sí hay que reconocerles que coinciden con aquellos en su objetivo de alejarse de la estética imperante de su tiempo. Si los dandis del S. XIX se rebelaron contra la recargada vestimenta de su época , los de ahora lo hacen contra la uniformidad y el aburrimiento que impera en la calle del S.XXI.
El dandi contemporáneo sonríe despreocupado ataviado con trajes cruzados de sastre. Lejos de los estampados lisos prefiere cuadros ventana o dibujos diplomáticos. Huye del extendido azul marino y da entrada a colores vivos en sus abrigos cruzados y en sus complementos. Colores verdes botella o azules claro en sus trajes reflejan su extrovertido carácter personal. Las más exclusivas franelas y cachemiras ganan la partida a los tejidos más corrientes de lana. El dandi moderno recupera complementos ya olvidados o pertenecientes a otra época. Sombreros de fieltro, pañuelos de bolsillo alegres, guantes de piel, atrevidos dos y tres piezas, zapatos de doble hebilla de ante, pashminas o alegres calcetines son su arma con la que mostrar su total indiferencia hacia la masa uniformada que lo observa con un sentimiento entre de sorpresa y repulsa.

Este dandi es un pintor que busca ser la figura principal del cuadro que sale de sus dedos. Él y nadie más que él es la obra de arte que todos deben admirar e intentar - sin éxito – imitar. No sigue modas, sencillamente él es quien las decide y quien, con su elaborada puesta en escena, y animado por las reiteradas peticiones de fotografiarse con él, consigue la glorificación de su más alto ego. Un ego que en muchas ocasiones hace que su ropa y puesta en escena esté más cerca del más absoluto ridículo que de la más remota elegancia.
Aunque el dandi que hoy pasea por el Pitti Uomo basa prácticamente todo su protagonismo en  una estudiada imagen exterior, hubo un tiempo, ya lejano, donde los actores de aquel movimiento conocido como dandismo se ganaban la admiración y el respeto por sus ideas liberales, su arrolladora personalidad, su amor por la lectura y su preocupación por lograrse la mejor preparación académica posible. ¡Ojalá los nuevos dandis se fijen en estos y completen su llamativa puesta en escena con cierta vivencia interior cultural. Ojalá sean conocedores de que la verdadera elegancia se muestra de forma mucho más natural, sin forzar y estudiar tanto los conjuntos. Y ojalá también terminen entendiendo que pocas cosas hay tan elegantes como la sencillez y una clase no forzada y espontánea”.


El Aristócrata

¿CÓMO LIMPIAR LOS ZAPATOS?

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Como respuesta a la petición de Eneko esta semana voy a intentar explicar el proceso a seguir para limpiar un buen par de zapatos. Antes de entrar a narrar dicho proceso es importante tener presente que la forma de llegar a unos zapatos limpios puede diferir bastante de unos a otros por lo que esta es solo una forma más. Para afrontar la agradable rutina de la limpieza de unos buenos zapatos es necesario además de contar con los productos idóneos también conocer su correcto orden en su utilización.

El proceso de limpieza del calzado se acometerá con éxito de contar con los siguientes productos:

-          Un cepillo para quitar el barro y la suciedad más visible. Este puede ser de cerdas de buey o de cerdo. Las fuertes cerdas de estos cepillos permiten eliminar el barro seco y otros restos de suciedad que pueden haberse quedados pegados al zapato. Si no se cuenta con ninguno de ellos, una esponja humedecida con agua caliente también puede ser un buen remedio para eliminar el barro y otras manchas adheridas a la piel del zapato. De utilizarse dicha esponja humedecida es recomendable dejar secar el zapato antes de aplicarle el betún. 
-          Un cepillo para cada color de zapato de pelo de caballo. Este tipo de pelo es más suave que los anteriormente nombrados. Estos cepillos se utilizarán para administrar el color por lo que es importante evitar el uso de un sólo cepillo para la aplicación de las diferentes tonalidades. Hay que evitar que los restos secos de color que pueda haber en los cepillos terminen mezclándose afectando al  color del zapato a limpiar. En defecto de este cepillo se podrá aplicar, igualmente, el color con una gamuza. El uso de esta gamuza es particularmente recomendable en aquellos zapatos que tengan dos colores ya que el cepillo no permite tal precisión en la aplicación de los colores.

-          Un cepillo para abrillantar el zapato de pelo de cola de caballo. Al igual que ocurría con los cepillos utilizados para aplicar el color, también con los cepillos de abrillantar se necesitará contar con tantos como colores tengan los zapatos que se guarden en el armario. Su misión es servir de ayuda para pulir el betún que se aplicó al zapato. Igualmente, de no contar con este cepillo, un paño suave puede sustituirle. 
-          Un betún para todas y cada una de las tonalidades de zapatos con que se cuenten. Se evitarán a toda costa los betunes con aplicador ya que además de ser la gran mayoría de una calidad ínfima nunca proporcionan el acabo de las cremas líquidas. 

Una vez se tengan estos tres tipos de cepillos es el momento de empezar con el ritual semanal de la limpieza de los zapatos; ritual de gran sencillez que de seguir los siguientes pasos:

Lo primero que se deberá hacer será retirar los cordones para que no molesten y la limpieza pueda llegar a todos los rincones de los zapatos. Una vez apartados dichos cordones se quitará toda la suciedad visible del zapato con el cepillo de cerdas de buey. De no hacer desaparecer estas manchas antes y aplicar el betún sólo se conseguirá tapar dicha suciedad pero no eliminarla. Por ello, es importante insistir y no seguir con el limpiado hasta que no esté el zapato totalmente libre de manchas visibles.
El betún se aplicará con movimientos circulares hasta que se aprecie que todo el zapato ha sido cubierto uniformemente por él. Resulta siempre más acertado aplicar varias capas finas de betún que una gruesa ya que aplicando capas finas la piel del zapato absorbe poco a poco el betún y será más fácil saber si necesita más o por el contrario ya es suficiente. Entre capa y capa siempre es conveniente dejar pasar algunos minutos para que el betún penetre bien en la piel.

Si se trata de zapatos semi o full-brogue resulta de vital importancia asegurarse de que después de la aplicación del betún en dichas perforaciones no quede restos de éste. En el caso de que se apreciara algún sedimento habrá que cepillar los zapatos hasta que no haya resto alguno.  
Una vez el zapato cuente con el betún necesario se puede aplicar sobre el mismo unas gotas de agua, o incluso de saliva, para además de limpiarlo y pulirlo conseguir luego con el posterior cepillado y frotado un brillo natural. El proceso del frotado es fundamental y solo aquel que sea aplicado con rapidez y contundencia conseguirá el resultado más brillante.

La parte del zapato que antes pierde su aspecto inicial es la suela. Para devolver a la suela su aspecto original existen aceites que ayudan a recobrar el tinte originario. La aplicación de este aceite es recomendable sobre todo después de un día de lluvia ya que devuelve el confort y la elasticidad a la suela del zapato.  
Es de vital importancia prestar atención al aspecto tanto de la suela como del tacón y no dar lugar a que termine apareciendo un agujero en la suela o, en su caso, se deforme el tacón o la puntera. En cuanto se aprecie que la parte de la suela que más en contacto está con el suelo se empieza a desgastar o que la punta del zapato o su tacón empiezan a perder su aspecto originario es recomendable acercarlos al zapatero para que los repare o si fuera necesario cambie las partes afectadas.

Aunque no resulta fácil encontrar zapateros a los que no les importe descoser la suela dañada y coser una nueva siguiendo el mismo proceso que se siguió cuando se construyó el zapato se debería intentar que la reparación fuera siempre una reconstrucción integral y no un mero lavado de cara de la suela antigua. Las suelas que se pegan, o que en el mejor de los casos se cosen, sobre las suelas originarias sólo son un parche que ningún zapato de calidad se merece. 
Conseguir una reparación integral de la suela no es fácil de no enviarlos a la casa de donde salieron por conllevar una gran carga de trabajo. Sin embargo, la larga tradición de zapateros españoles permite que incluso hoy se puedan encontrar profesionales a los que no les importe devolver a la vida hasta a los zapatos más maltrechos.

Para terminar este artículo, mencionar, una vez más, que son esos zapatos de calidad que cuentan con muchos años en sus suelas los que terminan resultando más cómodos. Por ello no debería importar, llegado el momento, incluso hacerles un remiendo. Esto hablará además del cariñó que su propietario tiene por ese par de zapatos también de la calidad de los mismos.

El Aristócrata 

¡CUIDADO, LLEGÓ EL VERANO!

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El calor es el mayor enemigo de la elegancia. Con él llega el deseo de desprenderse de todo menos de lo estrictamente necesario para mantener ese mínimo de pudor que exige el vivir en sociedad. Si el calor de los meses de verano viene acompañado de grandes dosis de ordinariez, la búsqueda de la comodidad con el que combatirlo se presenta en un frasco familiar donde la incorrección es su principal compuesto.

No obstante, todos sabemos de la existencia de varias armas con las que combatir este peligroso calor sin necesidad de abandonarse a los peligrosos deseos de la comodidad. Apuntemos estas y descarguémoslas sobre los diez errores que más veremos durante las próximas semanas:
1- Pasear con traje de baño y chancletas de goma por la ciudad

A pesar de lo extendido de esta práctica, deberíamos ser conscientes de que la formalidad que exige el asfalto de nuestras ciudades, nada tiene que ver con la que aplica en la arena de nuestras playas y, por lo tanto, no se debería vestir igual en unas latitudes y en otras. Tan poco elegante resulta presentarse en el chiringuito de nuestra cala preferida con un zapato de doble hebilla como hacerlo con unas chancletas de goma en una sala de cine. Intentemos no abusar en la ciudad de las bermudas y reservémoslas para lugares lejanos a esta y, por supuesto, solo para ocasiones de día.

2- Seguir apostando por los mismos tejidos que en invierno

Llegó el momento de despedir de nuestros trajes las lanas, las franelas, los melton, las vicuñas y los tejidos más pesados y apostar por las lanas frías, las alpacas, los linos y los tejidos gabardina.
En el vestir de sport, los jerséis de punto y los pantalones de algodón sustituyen a los más invernales de lana. Las camisas de lino son imprescindibles en verano y su uso resulta muy elegante tanto acompañando al traje como a los atuendos informales. Los calcetines de algodón sustituirán a los lana, tanto cuando se vista de corbata como cuando se haga de sport.

3- No pasar el testigo a las hechuras y cortes más desestructurados

La relajación de la vestimenta que se da en estas fechas no es óbice para seguir disfrutando de la elegancia que aporta el vestir de traje. Sin embargo, es hora de olvidarnos ahora de los trajes con entretelas de invierno y forros enteros y dar paso a entretelas de verano, medios forros y, en definitiva, a trajes menos armados, menos serios y más ligeros.
El frescor de la noche es el perfecto aliado para disfrutar de las chaquetas de sport más estilosas y desestructuradas. El abanico de telas y diseños entre los que elegir es muy amplio y las chaquetas de colores veraniegos, sin hombreras ni forro alguno y de mangas ajustadas nos acompañarán con carácter en los bares y terrazas de moda.

4- Continuar vistiendo la misma paleta de colores que en invierno

Si el verano se llena de luz y calor, ¿por qué seguir abusando de los azules y grises oscuros?. Introduzcamos colores claros y alegres, que no llamativos, como linos claros, azules cielos o grises suaves. Sin duda esto diferenciará al hombre más entendido del que viste traje como si de un mero uniforme se tratara.
En el atuendo de sport demos entrada a pantalones de corte más desenfadado y apostemos por colores más propios de esta estación. Hagamos lo mismo con los jerséis, las camisas y, por supuesto, con los calcetines.

5- Apostar por camisas de manga corta

Una camisa de manga larga ligeramente remangada resulta más estética que una de manga corta. Vigilemos que no queda el codo descubierto y acertaremos. Si seguimos prefiriendo el frescor de la camisa de manga corta siempre resultará más elegante elegir un sencillo polo. Evitemos que el calor doblegue nuestra voluntad y consiga desabotonarnos varios botones de la camisa. Ni qué decir tiene que las camisetas de tirantes tienen prohibido ocupar espacio alguno en el armario de nuestro lector.
6- Decir sÌ a los calcetines los negros

Si bien la vestimenta de corbata sigue exigiendo el uso de calcetines, hay que tener presente que si en invierno resultaba muy aconsejable apostar por colores alejados del negro, en verano es sencillamente obligatorio elegir otras tonalidades.

Con ciertos atuendos de sport se puede llegar hasta a prescindir de los calcetines pero cuando se vistan escojámoslos de algodón con algún diseño interesante y de hilo de Escocia si fueran lisos.
7- No cambiar los zapatos armados y de cordones al vestir de sport

Si bien los zapatos que acompañan al traje en verano poco varían de los de invierno, los ya clásicos “gominos” o las cada vez más conseguidas alpargatas son una opción muy acertada en la vestimenta informal más estilosa. La ventaja de vestir estos zapatos sin calcetines concede después de un abrigado invierno, además de elegancia, también un merecido respiro a nuestros pies. Y recordemos que a pesar de la popularidad en España de los zapatos conocidos como “náuticos” estos encuentran su lugar natural cerca del mar y no sobre el asfalto de la ciudad.
  
8- Mezclar prendas de invierno y verano

Evitemos la extendida práctica de vestir una chaqueta de verano con un de pantalón de invierno ya que rompe la armonía del conjunto. Igualmente, no nos dejemos arrastrar por la reciente moda de mezclar prendas de diferentes temporadas. Seguramente combinar una chaqueta cruzada con unas bermudas sea algo muy fashion pero no es elegante y mucho menos coherente. 
Vestir un doble hebilla sin calcetines, será muy trendy pero ni es bueno para nuestros pies y mucho menos lo es para nuestros zapatos. Y aunque también cada vez esté más extendido, tampoco resulta elegante acompañar un traje de baño de unos mocasines.

9- Prescindir de corbata con el traje

Si tenemos que vestir con traje no sigamos la práctica de desprendernos de la corbata en cuanto haga su aparición el calor. Si queremos prescindir de la corbata escojamos antes que el clásico traje, un conjunto de dos piezas, formado por un pantalón y una chaqueta independientes, algo por cierto muy agradecido en verano, y el traje sigámoslo vistiéndolo siempre con corbata.
10- Escoger los mismos complementos que en invierno

Aunque en la vestimenta formal la corbata sigue siendo imprescindible, ahora es el momento de apostar por las exclusivas corbatas sin entretelar. Igualmente, las de punto tipo tricot sustituirán muy acertadamente a las de seda de entretelas gruesas. Las gorras de beisbol son siempre una buena elección para protegernos del calor mientras hacemos deporte pero una vez ya las zapatillas descansen en el armario resulta más elegante, al igual que fresco, optar por un buen sombrero ecuatoriano, que no de paja, de ala estrecha y badana de franjas a colores. Algo muy importante y que tendría que ser diferente en invierno y en verano es el perfume. Las fragancias más frescas se convierten en las protagonistas de estas fechas sustituyendo a las más intensas de invierno.
Recordemos que de poco vale el ir perfectamente conjuntados durante el invierno si luego en nuestro tiempo libre nos convertimos en auténticos desconocidos.

El Aristócrata

LAS CLAVES DE UNA BUENA CHAQUETA

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A las puertas de empezar un, creemos, merecido descanso estamos ultimando los dos artículos con los que daremos por concluido el “año académico”. Uno será el dos piezas ya terminado de Gonzalo Larrainzar y el otro la chaqueta vaquera de Joaquín Fernández– la cual nos deparará alguna sorpresa. Como ambos artículos tendrán a una chaqueta por protagonista creo que es importante recordar las notas básicas en las que fijarnos a la hora de adquirir una chaqueta, sea a medida o de confección.

Como ya hemos apuntado en esta página en diferentes ocasiones, de poco vale contar con una gran marca en el interior de nuestro traje si este hace arrugas, no nos sienta bien o sencillamente su estilo nos deja indiferente. Si hace dos semanas hablábamos de cómo debería quedar el pantalón de traje, en esta ocasión queremos estudiar los puntos principales en los que fijarnos para asegurarnos haber dado con la chaqueta adecuada.
La proporción. Como norma general indicar que la longitud de la chaqueta debería medir exactamente la mitad de la distancia comprendida entre el comienzo de nuestro cuello hasta el tacón del zapato. Otra fórmula para calcular el correcto largo de la chaqueta es dejar caer el brazo e intentar que dicho largo quede a la altura de los nudillos.

El cuello. El cuello no se deberá desbocar, y tanto cuando estemos sentados como cuando estemos de pie tiene que estar en continuo contacto con la camisa. Igualmente, debería tapar ligeramente los picos del cuello de la camisa. Por la parte trasera de la chaqueta debería asomar el cuello de la camisa al menos un dedo.
Las mangas. Una costumbre bastante extendida en todo tipo de latitudes es llevar las mangas de la chaqueta largas y las de la camisa cortas. Lo correcto, sin embargo, es que las mangas de la chaqueta se extiendan hasta el extremo del cúbito, y que desde ahí al comienzo de los huesos carpianos se vea el puño de la camisa.

Los hombros. Con el objetivo de conseguir una línea lo más estética posible es aconsejable apostar por hombros naturales, y para ello es importante cerciorarnos de que el hombro de la chaqueta no se extienda más allá del límite del nuestro.
Las hombreras. Estas deberán también terminar donde termine nuestro hombro, ya que de no hacerlo se producirán arrugas, sobre todo al doblar el brazo, en el hueco que se forma entre donde termina la hombrera y nuestro brazo.

La espalda. La espalda debe caer de manera limpia y sin que se produzcan arrugas; independientemente de que la chaqueta esté o no abotonada. Es importante asegurarnos que en parte alta de la espalda, a la altura del cuello, no se formen tampoco arrugas.
Las solapas. Estas deben dibujar la línea del pecho y no abrirse en ningún momento.

El frontal. Si al abotonarnos la chaqueta en su frontal aparece una arruga con forma de “X”, la chaqueta queda estrecha. Sin embargo, si no la sentimos una vez abotonada seguramente sea porque esta nos esté grande.
Si esto habla de la buena hechura de una chaqueta, hay otros detalles que lo hacen también  tanto de la calidad de la prenda como del nivel de la mano de obra empleada.

Los botones. Unos botones de algún compuesto natural como corozo o asta de ciervo hablarán siempre mejor de nuestra chaqueta que lo que harían unos de plástico.

Los ojales. Los ojales, tanto el de la solapa como los de las mangas deberían, además de ser practicables, haber sido también cosidos a mano.
El interior. Aunque el interior de la chaqueta se ve poco, detalles como un faldón cosido a mano, unos bolsillos interiores rematados artesanalmente y un buen forro también hablan de la calidad de la prenda.

Otros detalles como la propia construcción de la chaqueta, incluidas entretelas y refuerzos, el picado a mano de las solapas, los vivos a mano, el doble picado etc. terminan de rematar una buena chaqueta.
Dicho todo esto, de nada servirá que nuestra chaqueta cumpla con todos estos requisitos si no nos transmite emoción alguna. Por ello, es preferible que la chaqueta tenga alguna imperfección pero desprenda estilo a que sea tan perfecta que nos deje indiferentes. Por norma general la perfección no es elegante.

El Aristócrata

GONZALO LARRAINZAR: TERCERA Y ÚLTIMA PRUEBA

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Antes de emprender camino hacia nuestro lugar de descanso volvemos a encontrarnos con Gonzalo para probarnos una última vez su dos piezas antes de llevárnoslo a casa. Si bien la chaqueta ya en la segunda prueba quedó muy afinada, el pantalón se nos estaba resistiendo y bien merecía una nueva prueba para comprobar que todo estaba como deseábamos.

Como acabamos de apuntar, en la segunda prueba la chaqueta estaba prácticamente acabada. No obstante, había pequeños detalles que limar para que el resultado fuera el mejor posible. Para ello, se limpió una vez más el hombro haciendo desaparecer una pequeña arruga en el comienzo de la caída de la manga. Una vez cruzada la chaqueta, por su parte más baja el lado interior sobresalía un poco sobre el exterior algo que también se corrigió.  Ambos ajustes se habían realizado antes de nuestra llegada y la manga caía ya limpiamente y ya había desaparecido ese pequeño pico en el frontal que afeaba el resultado final. Si bien la chaqueta ya en la segunda prueba resultaba muy cómoda, le pedí a Gonzalo que me la ajustara un poco más para marcar lo máximo posible esa línea de copa Martini que se consigue con las chaquetas cruzadas. No obstante, incluso con el posterior ajuste, este efecto no está tan marcado como me gustaría al no tener la chaqueta apenas hombreras y al no ser mis espaldas precisamente las de Michael Phelps. 
Aprovechamos para antes de darla por terminada repasar los detalles internos y comprobar que todo estaba conforme nuestros deseos. El interior de la chaqueta queda muy limpio al no contar con forro alguno algo que permite que destaque el estampado del tejido de flores de la parte alta trasera de la espalda. Este trozo de tela, como ya hemos explicado en alguna ocasión, es recomendable para ayudar a que la chaqueta se desplace por nuestra espalda cuando nos la pongamos. 

El interior está rematado con mucho esmero como se puede apreciar en los detalles del bolsillo, en su refuerzo lateral cosido a mano y en unos vivos - estos últimos rematados de forma precisa pero a máquina - ejecutados a lo largo de las costuras centrales, laterales y en el faldón de la chaqueta. Igualmente, el interior del cuello oculta el forro sobrante; un bonito detalle que se estila muy poco en nuestra sastrería nacional. Es importante recordar una vez más que el cuello se picó a mano; un detalle muy difícil de encontrar hoy incluso entre las mejores sastrerías del mundo.
En conjunto un interior muy interesante que aunque solo sea visible para nosotros es muy de agradecer. A pesar de que Gonzalo es partidario del ojal con cuello, yo le pedí que en este caso hiciera una excepción y los de las solapas me los cosiera bastante más largos de lo que él acostumbra y sin dicho cuello. Todos los que sentimos interés por el mundo de la sastrería sabemos lo complicado que es convencer al taller de que haga algo de una manera diferente a como la han hecho toda su vida. 

Quizás este sea el motivo por el que uno de los ojales no quedó tan bien como el otro y desmerece el buen resultado del conjunto. Otro detalle que es digno de agradecer y propio de la sastrería más artesanal es el doble picado a mano que realizó a lo largo de todas las costuras. Este picado a mi me gusta que se insinúe pero que en ningún quede lo suficientemente marcado como para llamar la atención. Hoy, por el contrario, los dobles picados se están empezando a coser incluso con hilos diferentes quedando mucho más marcados de lo que en mi opinión deberían estar. Insinuarse sí, marcarse no; al menos en mis chaquetas. 
Teniendo una chaqueta cruzada prácticamente del mismo color, al diseñar el corte intentamos que fuera lo menos parecido a aquella. Por ello, decidimos hacer las solapas bastante más estrechas que aquella, sus picos menos altos y sus bolsillos de solapa estándar. Indudablemente, de no copiar exactamente las medidas de otra chaqueta el resultado final es difícil de predecir en su totalidad hasta que la chaqueta no está totalmente terminada. Quizás de haber pedido medio centímetro más las solapas hubieran proporcionado más mi torso aunque también puede ser que tras verlas hubiera preferido tener medio centímetro menos. En lo que sí creemos que no nos equivocamos fue en dejarnos llevar por la recomendación de Gonzalo de dejar el cuello de la camisa muy visto. 

La comodidad de la chaqueta sigue siendo tan buena como lo fue en la segunda prueba. Unas sisas muy altas para evitar que al sentarnos se desboque el cuello hace que sintamos la chaqueta pero sin llegarnos a molestar en ningún momento. Los centímetros de más que pedimos se nos estrechara apenas se notan con ella puesta pero en cambio sí lo hacen vista desde fuera. El diseño del hombro dejamos a Gonzalo que nos hiciera el que él prefiriese y más se identificase con el diseño de la casa. Por ello, no se montaron las costuras, se le puso un poco de hombrera – hombrera que fue reducida partiendo de una estándar – y se optó por un poco de rollino. 
Si la chaqueta estuvo bien encaminada desde el principio, con el pantalón tuvimos que trabajar bastante más. Como ya comentamos en el artículo de la primera prueba, el pantalón solo parecía necesitar ser alargado y pulido algún detalle en su caída. Pero cosas del destino, cuando volvimos a probárnoslo en una segunda prueba errores antes no apreciados aparecieron en forma de una arruga visible en el tiro del pantalón. 

Ante ello Gonzalo decidió, a pesar de poder haber tenido arreglo, empezar un pantalón nuevo sin importar demasiado el tener volver a hacerse con el tejido – incluido el del forro – y el tener que volverlo a mandar al taller para que se confeccionase desde el principio. Una vez vuelto a coser, volvimos por Conde de Aranda para probárnoslo y esta vez sí los resultados fueron favorables. No obstante, hubo que hacerle unos retoques en el tiro para limpiar una arruga así como en el trasero y el gemelo. Es de justicia mencionar que mis gemelos son bastante fuertes y que son difíciles de salvar si se pide, como fue en este caso, un pantalón de corte estrecho. 
El pantalón destaca, además de por la enorme ligereza de la tela de Holland & Sherry, también por su gran comodidad. La especie de fajín que cose Gonzalo Larrainzar a todos sus pantalones sujeta muy acertadamente la barriga – aún cuando como en mi caso no se tenga – dando la sensación de estar abrigado todo el rato. Esto que no lo he tenido en ningún otro pantalón – salvo en los de corto – es increíblemente agradable. El corte del pantalón está pensado para un conjunto muy de sport. Por ello no cuenta con pinzas, que sí con raya, y su dobladillo es más ancho que los de mis trajes de una sola pieza. En vez de coserle dos pletinas laterales optamos por una única central y nos decantamos por una cintura bastante clásica partida por su parte trasera para el uso de tirantes. 

En este punto es importante mencionar que el uso de tirantes aunque tiene muchas más ventajas que inconvenientes también tiene estos últimos sobre todo cuando el tejido de la chaqueta es tan ligero como este y se ha prescindido de forro. Concretamente nos referimos a la facilidad en que tienen los tirantes de marcarse en la espalda de la chaqueta; sobre todo a la altura de la cintura del pantalón. Aunque como se aprecia en la foto, cualquier camisa, independientemente de que haya sido hecha a medida, cuando se usan tirantes forma con el paso de las horas arrugas en la espalda, este no es mayor inconveniente al no verse esta nunca. Sin embargo, si se ha aplomado bien la chaqueta en los lumbares las lazaderas de los tirantes pueden llegar a marcarse con las telas más finas.
El interior del pantalón está rematado muy finamente con la misma tela que el interior de la chaqueta y, desde mi punto de vista, consigue un contraste muy bonito. Aunque ya se habló de ello en el anterior capítulo (podéis ver todos los detalles del pantalón en este link primera prueba) el pantalón se hilvanó exactamente igual que se hizo con la chaqueta. Esto es importante de mencionar ya que como hemos apuntado en muchas ocasiones cada día resulta menos frecuente el que el pantalón siga el mismo proceso de confección de la chaqueta. 

En definitiva un dos piezas atrevido en su color, moderno en su corte y tradicional en su confección.

El Aristócrata

VIAJAR CON ESTILO

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En un mundo globalizado como el que disfrutamos hoy, viajar forma parte de nuestras vidas. Ya sean trayectos dentro de la geografía nacional o fuera de ella, la necesidad de desplazarse para cumplir con compromisos profesionales o personales, se ha convertido en algo habitual. Desconocemos si cuando Mark Twain acuñó su magnífica frase “viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente” intuía ya la necesidad de contar también con una mente abierta para afrontar la a veces aterradora aventura de viajar en compañía. 

La búsqueda a toda costa de la comodidad ha traído consigo que al “vestirnos” no nos preocupemos ni del lugar al que nos dirigimos ni de con quién compartiremos tiempo y espacio. Viajar exige hoy de un gran valor que de no rozar lo temerario puede convertir una experiencia a priori maravillosa en un momento de lo más ingrato. De ahí que no debiera sorprendernos que el conjunto estrella en los medios de transporte públicos durante estas fechas sea el formado por bermudas, camiseta y chancletas de goma.
Quizás por ello intuyendo cómo vestiría el hombre del futuro, Mark Twain escribiera también su conocida frase "la ropa hace al hombre. La gente desnuda tiene poca o ninguna influencia en la sociedad”. Aunque la calle parezca no compartir nuestra opinión, hay otra forma de viajar que además de respetar a los que viajan a nuestro lado predispone alegremente el ánimo para disfrutar de las vacaciones incluso antes de salir de casa. 

Unos chinos de corte moderno y cercano al del vaquero es una opción muy interesante nos desplacemos en tren, coche o avión. Un mocasín de piel fina – sin calcetín en verano – además de ser un zapato cómodo para realizar el viaje es una opción muy elegante. Este modelo lo podremos vestir también en las mañanas más soleadas combinando con, por ejemplo, un pantalón de tejido gabardina. Una intemporal Teba o una moderna y desestructurada chaqueta safari nos acompañarán estilosamente durante el trayecto pudiéndonos echar también una mano con los fuertes aires acondicionados. Las camisas de manga larga de lino en verano o de algodón en invierno completarán muy acertadamente el look mas viajero.
Mención especial requieren las conocidas como blazers. Modelo viajero por excelencia cumple acertadamente con una doble finalidad, vestirnos correctamente durante el recorrido y permitirnos acudir a una reunión al mismo bajar del avión. Escójase sin entretelas y acompañando a una camisa blanca y a un informal pantalón caqui de corte militar – con bolsillos laterales – y además de practicidad aportará estilo y comodidad. En invierno elijámosla de cachemira con un pantalón de vestir gris no muy pesado y realizaremos el recorrido de manera correcta y listos para afrontar un largo día de compromisos.

Si hay algo que va unido al placer de viajar son las maletas. Estas pueden llegar a tener una alta carga emocional al habernos acompañado durante años por medio mundo y en las más diversas situaciones. Si bien las más tradicionales y ahora reinventadas maletas de aglomerado cubierto de piel rezuman historia y elegancia, terminan no resultando especialmente prácticas cuando hay que realizar varias paradas antes de llegar a destino.
Por su lado, un buen juego de maletas de piel –más elegantes sin un repetitivo monograma– para los viajes más largos o una bolsa de piel de mano para los desplazamientos de fin de semana mostrarán el verdadero gusto de su propietario. Las ligeras y resistentes maletas de aluminio sin poseer el encanto de ninguna de las anteriores, están pensadas para el viajero más actual siendo de todas ellas las más cómodas. Se prefieran unas u otras – dependerá mucho del tipo de viaje y destino – recordemos a la hora de embarcar que el escaso espacio disponible en cabina no solo espera la llegada de nuestras maletas sino también a las de quienes viajan a nuestro lado. 

El Aristócrata

40 REFLEXIONES SOBRE EL BUEN VESTIR: D. ENRIQUE CÓRDOVA ÁLVAREZ

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Hace dos semanas tuve el privilegio de charlar con D. Moisés Córdova Cosín, uno de los grandes sastres de nuestro país cuyo apellido ha sido testigo del devenir de la más alta sastrería nacional a lo largo de tres generaciones. Hoy D. Moisés, octavo sastre de tan prolija saga familiar, es la cabeza visible de la sastrería que en 1896 abrió su abuelo D. Mariano Córdova López en la otrora calle sartorial por excelencia: la Gran Vía madrileña. 

Aunque próximamente tendremos la ocasión de conocer un poco más de esta legendaria sastrería, esta semana me gustaría compartir con vosotros algunas reflexiones que el primo de D. Moisés, D. Luis Enrique Córvoba Álvarez, estampó en el libro “El Buen Vestir” publicado por la editorial Futuro en el año 1992 (dato este último de gran importancia para poder analizar acertadamente dichas reflexiones). 
D. Enrique Córdova Álvarez, además de ser el autor de este libro, es socio fundador de la Hermandad de los Alfayates y regidor suyo en 1991. Así mismo fue desde 1997 miembro de la Junta de Gobierno de la Hermandad de Nª Sª Virgen de los Reyes, patrona de los sastres de Sevilla, y fue igualmente Presidente del Club de Sastres en 1998.

Las afirmaciones recogidas en este más que interesante manual no las queremos plantear aquí como dogmas absolutos sino como declaraciones sobre las que debatir y sobre las que expresar nuestro punto de vista en el apartado de comentarios creado precisamente para servir a esta finalidad. De hecho, el propio D. Enrique anima al lector en su libro a “barajar alternativas y aplicarlas a su propio estilo” saliéndose de sus sugerencias y llegando a “un acuerdo entre esta guía y sus tendencias, para vestir con personalidad”. 
Los postulados en el libro reflejados van mucho más allá de estas afirmaciones siendo, igualmente, acompañados por unos más que explicativos diseños realizados por D. José Herrera, gran sastre y dibujante, quien estuvo también detrás del mítico libro de sastrería “Exacto”. 

Espero disfrutéis de muchas de ellas:

1-En la actualidad ponen etiquetas por todas partes. Mire usted, yo pagué esta prenda; su publicidad póngala en otro lugar.

2-Un señor con la marca visible en cualquier complemento se parece a un hombre-anuncio. 

3-¿Qué es la elegancia? Cuando un señor elegante se retira de una fiesta, todos o casi todos han captado que lo es, pero nadie recuerda muy bien cómo iba vestido.
4-La americana “se pone” pero el abrigo “se calza”. Para ello, una vez puesto, tire al mismo tiempo con la mano izquierda del bajo de la americana hacia abajo, y con la derecha del cuello del abrigo hacia arriba.

5-Siempre es mejor una americana con el cuello desbocado que metido, tapando gran parte del cuello de la camisa. 

6-Personalmente, encuentro que tienen mucha clase esas americanas que se rompen en los delanteros a la altura del botón del talle (no confundir con la americanas que están estrechas). 

7-El entallado en el vestir debe ser tan medido como la sal en los guisos.

8-En sociedad es un acto de cortesía permanecer con la americana abrochada, incluso al estar sentado.
 9-¿Quién fue el genio al que se le ocurrió pasar el reloj de bolsillo a la muñeca?

10-Hágase coser los botones con hilo doble y embadurnado con cera de vela.

11-Puede colaborar el color de sus calcetines con el de su corbata

12-Procure que los puños de las camisas tengan muy poca holgura en sus muñecas

13-  En los trajes claros puede encargar los ojales un poco más oscuros que la tela.
14-Los cuellos de las camisas, con excepción de los de brillo, serán blandos y flexibles

15-Las camisas rayadas son para el día. Para el sport use las rayas gruesas, para la mañana rayas medias y por la tarde rayas finas. Por la noche use camisas lisas, blancas o cremas.

16-Si tiene el cuello largo, le irán muy bien los cuellos de camisa con pasador o imperdible.

17-Traje azul, camisa azulada, corbata azul: un ejemplo de poca imaginación. 

18-No hay trajes aburridos: siempre hay corbatas para evitarlo. En las corbatas está la coquetería del hombre.

19-No respetar color en ninguna prenda e ir perfectamente armonizado es todo un arte. 
20-Si para el chaqué usa plastrón en lugar de corbata, utilice la camisa con cuello de pajarota.

21-La corbata de medio carré, quizá por su alto costo, está en desuso desde hace unos años. Es una pena: tenía una presencia muy especial.

22-La corbata de punto va bien con las combinaciones de sport.

23-Los argentinos llaman al gabán de la forma más lógica: sobretodo.

24-En mi opinión son más frescas las americanas con forro completo que las de medio forro (la espalda sin forro), porque aíslan mejor del calor y tienen mejor caída.

25-La gabardina debe ser amplia y larga, preferentemente con manga raglan. No olvide que es prenda de día; por la noche utilice el paraguas.
26-Si le gustan los hombros redondos, elija las mangas con las costuras abiertas.

27- Al margen de las modas, la altura de la pretina del pantalón debe coincidir con el botón del talle de la americana.

28-El pañuelo de bolsillo de pecho realza siempre la prenda. Para el sport o con los trajes de mañana, puede usarlos en color o a juego con la corbata, Para la tarde o noche, siempre pañuelo blanco. 

29-El esmoquin no lo utilice jamás en las bodas

30-Si le gustan las flores en la solapa, use por la mañana silvestres de temporada, por la tarde clavel de color, y por la noche camelia o clavel blanco.

31-La capa debe usarse con sombrero.
32-En abrigos y americanas de sport que no se quieran recargar demasiado, puede poner picado al canto de cordoncillo con las costuras abiertas.

33-Los tirantes son un signo de elegancia y el mejor complemento de los pantalones.

34-El traje gris perla con raya diplomática es el único color claro que sirve para vestir

35-El verano es la ocasión para cambiar el colorido de trajes y complementos. 

36-Vestir a la moda puede ser una necesidad, pero no es una virtud como para presumir de ello.

37-Un buen traje a medida luce más en movimiento y a una cierta distancia, para que se pueda observar mejor su armonía.
38-No es mala cosa si tanto el cliente como el sastre se dejan aconsejar por la tradición.

39-Si le parece que un traje está fuera de actualidad, no lo tire: en unos años volverá a estar vigente.

40-Con excepción del abrigo de una fila, todas las prendas, si están bien aplomadas, no se van hacia delante ni hacia atrás al desabrocharse.

A pesar de haberse escrito estas afirmaciones hace más de veinte años creo que algunas o muchas de ellas, muchos las tendremos todavía hoy tan presentes como si se acabaran de publicar. 

PD Las prendas que aparecen en este artículo han sido escogidas de un archivo de fotos y no tienen relación alguna con la sastrería Cordova.

El Aristócrata

FELICES VACACIONES

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Estimados lectores,

Por fin parece que llegó el momento de empezar a disfrutar de unos días de descanso. Unos en el mar, otros en la montaña y los más urbanitas en la ciudad, todos desconectaremos un poco de las muchas veces estresantes obligaciones y preocupaciones del día a día. 

Aunque no consigo encontrar el encanto a tumbarse horas bajo el sol, sí disfruto de los lugares de mar. En uno de ellos escribí mi “Manual del Perfecto Caballero” y en otro prepararé el próximo artículo de www.elaristocrata.com. Zarauz, pueblo de contrastes, es uno de los lugares más inspiradores no solo para escribir sino, lo que todavía es más reconfortante, para leer. Sus puestas de Sol sobre el ratón de Guetaria, a pesar de no ser las más conocidas del territorio nacional, son difíciles de igualar en belleza. Ver el sol ponerse sobre el ratón de Guetaria es de esas estampas que permanecen en la retina muchos años.
Aprovecharemos también para entregarnos a nuestros hobbies preferidos. Muchas horas de bici y de caballo tenemos por delante para disfrutar con los amigos, la familia y la naturaleza. Si de los caballos disfrutaremos en tierra adentro, de la bicicleta, este año de montaña, lo haremos en la siempre agradecida para este deporte Tenerife.

Aún siendo mucho más amante de Baleares, y más concretamente de Ibiza, reconozco que el aire que se respira en verano allí es verdaderamente soporífero y conviene alejarse de allí hasta que esa fauna que ahora acampa por allí a sus anchas, tanto nacional como extranjera, haya regresado a su casa. 
Solo nos queda ver anochecer a caballo junto a la familia para darnos cuenta de que lo verdaderamente importante no es ni el dinero, ni la ropa, ni los trajes de sastre, ni los relojes manufactura. La familia, y unos pocos amigos, son la única verdad que existe y lo único por lo que de verdad vale la pena luchar y dejarse la piel el resto del año. 

El resto solo viene y va. “El Corazón de las Tinieblas” de Conrad ocupará mis primeras noches de asueto y la relectura de la que para mi ha sido la obra de aventuras más grandiosa de cuantas se han escrito: “Moby Dick” de Melville, hará lo propio en las primeras horas del día. 
Sea lo que sea en lo que ocupéis vuestro tiempo de descanso os deseo a todos que seáis lo más felices posible y disfrutéis de los vuestros y de todos esos preciosos regalos que la vida pone a nuestra disposición.

¡Nos vemos en Septiembre!

El Aristócrata 

EL FOUR IN HAND

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Como continuación del último artículo os dejo mi respuesta a la pregunta que me realizó El País sobre mi nudo preferido. Aunque es cierto que hoy hay gente que consigue verdaderas virguerías, yo soy de la opinión de que no hay un nudo más elegante que el sencillo “four in hand”.

El Aristócrata

BESPOKE XXXII: LA CHAQUETA VAQUERA, SEGUNDA PRUEBA

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Hace un par de meses empezábamos a dar forma a la loca idea de hacernos una Chaqueta Vaquera lavada a medida. Para ello conseguimos una tela lo suficientemente fuerte como para pensar que podría aguantar el posterior lavado a la piedra. Una vez escogida, empezamos a montar la prenda con la esperanza de que después de todo el proceso tuviéramos al menos una idea más clara de los pasos a dar para llevar a buen puerto dicha idea.

Como ya comentamos en aquel primer artículo, la particularidad de esta chaqueta radica en que la tela se lavará una vez montada la chaqueta y no antes ni de manera independiente. De hecho las pocas chaquetas vaqueras desgastadas que hoy podemos ver y que nos parecen artesanales son de medida industrial con detalles artesanales añadidos una vez terminada la chaqueta.
Existen en la actualidad algunas casas que ofrecen prendas vaqueras a medida pero estas poco tienen que ver con lo que nosotros buscamos con nuestra chaqueta. Por ejemplo, Levi´s ofrece un enorme abanico de telas vaqueras entre las que elegir para hacerte unos vaqueros a medida pero el corte de tela ya se te entrega lavado. Igualmente, la mayoría de las chaquetas vaqueras que vemos confeccionadas a medida se han hecho sobre telas ya lavadas lo que hace que se trabajen como “sencillamente” otra tela más. Esto tiene el inconveniente de que los rotos, roces y marcas que vemos en la chaqueta no guardan ninguna lógica con la prenda en sí. Es decir, puede aparecer una marca de lavado en la espalda o en la solapa porque fue en esos lugares donde la tela más se rozó en la lavadora.

Sin embargo, lo que nosotros buscamos con esta chaqueta vaquera es que los roces y las marcas guarden una relación directa con cada parte de la chaqueta. Es decir, buscamos que los roces estén en las costuras, en las solapas de los bolsillos, las aberturas etc. Y esto solo se puede conseguir lavando la chaqueta una vez montada (este es el mismo proceso que siguen aquellas marcas que incluyen dentro de su catálogo este tipo de prendas). Y, obviamente, queríamos llevar adelante todo este proceso sobre una chaqueta a medida y no de confección.
Para ello, como ya adelantamos en el capítulo anterior, antes de mandar la chaqueta a lavar la confeccionamos prácticamente igual de si se tratara de otra chaqueta artesanal. Y decimos prácticamente porque debido a la enorme incertidumbre de no saber lo que saldría de este experimento dejamos cierto margen de error y evitamos entrar a perfilar todos los detalles de la misma.

Como se puede apreciar en las fotos, no la ceñimos dejándola algo holgada y tampoco rematamos sus detalles. De hecho, si nos fijamos en su interior veremos como los bolsillos no se han empezado prácticamente ni a trabajar, la tela de los vivos es solo de prueba e incluso las fundas de los bolsillos son de una tela que desaparecerá si conseguimos sacar algo decente de la lavadora. El hilvanado de las solapas se marco mucho más que de haberse tratarse de una tela ya tratada y los bajos se reforzaron también bastante más.
A pesar de estas licencias, tanto la primera prueba del el hilvanado como esta segunda tiene muchas similitudes con las pruebas ya narradas en otras ocasiones en esta página. Destacar que en es en esta segunda prueba cuando se define ya el estilo y los detalles de la prenda. Así pues, definimos el ancho de las solapas, su forma, la terminación de sus picos; picos que como se pude apreciar en las fotos no terminan hacia arriba si no de manera paralela al suelo. Igualmente, decidimos dejar un espacio bastante considerable entre estas y la tapeta lo que confiere un aspecto muy personal a la prenda y que con seguridad no será del agrado de todo el mundo.

Debido al uso totalmente informal al que se va a destinar esta chaqueta, decidimos hacerla más corta de lo normal. Igualmente, la caña de los brazos es también más estrecha que la mayoría del resto de mis chaquetas. Como de británica tiene más bien poco tampoco optamos por bolsillos en diagonal o por el de pitillera. Aunque hay tejidos vaqueros francamente ligeros y con muy poco gramaje el nuestro tiene un peso considerable y por ello decidimos no forrarla, exceptuando la parte superior para ayudar a que no se enganche cuando nos la pongamos, y dejar su interior visto. De salir bien el experimento, se cambiarán los vivos, los bolsillos, las costuras centrales y hasta el propio medio forro. Finalmente, y una vez más, se prescindió totalmente de hombreras y decidimos dejar para más adelante definir el largo de las mangas así como el coser los botones, tanto los centrales como los de las mangas.
Ahora solo nos toca pasar las modificaciones de esta última prueba a la chaqueta y esperar a que nos llamen para poder meterla junto a otros doscientos pantalones vaqueros industriales en la lavadora de desgaste. Esperemos que nuestro algodón no encoja tras lavarse a casi trescientos grados, rozarse con la piedra y mezclarse con ácido fórmico, sal y cloro durante las dos horas que dura el lavado.

Es probable que nunca más volvamos a saber de esta chaqueta ya que parece difícil pensar que después de este lavado una solapa no vaya a salir más estrecha o baja que otra o que ambos lados de la chaqueta sigan siendo simétricos o, incluso, que las entretelas no hayan deformado. No obstante, vamos a intentarlo y esperemos escribir un último artículo.

El Aristócrata 

LA IMPORTANCIA DEL SERVICIO POSTVENTA: LASZLO VASS

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Es importante experimentar en primer persona el buen o mal hacer de un profesional para poder enjuiciar con criterio su trabajo. Y de lo que esta semana me gustaría hablaros me ha pasado en primera persona muy recientemente. 

Como los lectores más fieles de esta página recordarán, allá por el mes de junio de 2009 me hacía con mis primeros Vass. Luego vinieron muchos más pero estos al ser los primeros quizás fueron los más especiales. A pesar de contar estos zapatos ya con seis años, seis años no son años como para que un zapato de calidad que haya sido bien cuidado pierda su aspecto original o se haya estropeado. Y si además, como es mi caso, estos zapatos han sido alternados con otros muchos, vistiéndolos en contadas veces al mes no hay justificación para que no te duren prácticamente toda la vida.
No obstante, incluso en las mejores casas – y no solo de zapatos – pueden ocurrir imprevistos o acontecimientos ajenos a la voluntad de quien los ha fabricado que puedan hacer que un producto se estropee o rompa con el tiempo. Esto, si bien pudiera ser un problema en una marca generalista, no lo debería ser nunca con una de lujo o artesanal ya que estas se suelen responsabilizar de lo que salió de sus talleres por años que haga. Al final si pagamos un sobreprecio por un producto queremos un “sobreproducto”. Y si bien ese “sobreproducto” en las marcas de lujo se puede traducir solo en un diseño o en una etiqueta, en las casas artesanales debería significar calidad de los materiales utilizados, una depurada técnica de terminación y una longevidad del producto. Los hombres, al contrario que ocurre con muchas mujeres, no compramos unos zapatos o un traje pensando en utilizarlo como mucho dos temporadas. Si hacemos un importante desembolso en un abrigo o en unos buenos zapatos es porque queremos que nos dure, no dos, sino muchos más años. 

Teniendo en cuenta los disparates que se pagan hoy por muchas marcas de zapatos de reciente aparición y que todavía no han tenido tiempo de demostrar lo excepcional de sus zapatos, los zapatos RTW de Vass no son particularmente caros; y eso a pesar del incremento experimentado en los últimos años por la fuerte demanda procedente de Asia. Y sin tener un precio desorbitado bien pueden presumir de tener un servicio postventa envidiable.
Un día del pasado mes de enero me crucé en el armario con este primer par de zapatos de Vass y fuera por morriña o porque sencillamente me había prácticamente olvidado ya de ellos, los saqué de sus bolsas, les quité sus hormas y me los puse. Sin embargo, al mismo introducir el pie izquierdo me di cuenta de que algo le pasaba a ese zapato. Tras mandarle fotos a mi buen amigo Antonio Enrile me dijo que el empalmillado había saltado y que era algo muy extraño. Tras barajar algunas opciones el propio Antonio me animó a escribir a la casa y decírselo ya que para hacer un nuevo empalmillado el tener la horma originaria es de vital importancia. 

Así lo hice y en solo cuestión de días me respondieron - tras ver también las fotos que les hice llegar - que se los enviara para que pudieran entender qué es lo que podría haber ocurrido. Enviados los zapatos al taller de Budapest y tras dos semanas de espera me escribieron diciéndome que ya se habían solucionado el problema y que les hiciera llegar una dirección a donde enviármelos de vuelta. Al día siguiente de enviársela DHL los entregaba en casa. 
Lo primero que me llamó la atención es que me los enviaron dentro de una caja de zapatos, algo que solo se traduce en un sobrecoste para ellos en el envío y que yo obviamente no envié cuando se los mandé. Dentro de la caja me devolvían las bolsas de zapatos con las que sí los había enviado y dos nuevas con los zapatos en su interior. 

Los zapatos, como espero se pueda apreciar en las fotos, fueron limpiados y lustrados. Como era de esperar aún cuando el problema solo se produjo en uno de los zapatos, ambos habían sido trabajados de idéntica manera. A ambos se les cosió una nueva suela; cosido cuya terminación hace muy difícil imaginar el estado original en el que se enviaron a Budapest. Igualmente, los cordones han sido remplazados por unos nuevos y lo que era menos pensable todo el interior, incluida la plantilla y los forros de piel, había sido igualmente sustituido por uno nuevo.
A las 48 horas de haber recibido los zapatos me mandaron un mail reiterándome sus disculpas por haberse escapado el emplamillado y preguntándome si todo estaba a mi gusto. 

Es precisamente el servicio postventa uno de los principales responsables de la fidelización de un cliente hacia una marca. Y esto no solo ocurre con los zapatos. Pensemos, por ejemplo, en los coches. Si tras un problema con él, en el servicio oficial te tratan bien, te dan facilidades y encima se responsabilizan del coche como si todavía no lo hubieras sacado del concesionario es muy probable que en tu próxima compra su marca esté muy presente en tu elección. Sin embargo, si después de hacer un importante desembolso la casa se desentiende de ti y de tu coche y solo puedes resolver los problemas a base de esperas e importantes desembolsos difícil será, por mucho que te gusten sus modelos, que vuelvas a conducir la misma marca de coches. 
Es cierto que todavía quedan algunos zapateros, no muchos pero sí algunos, que son capaces de conseguir devolver a la vida hasta al mas maltrecho zapato pero probablemente preferiríamos que fuera el “concesionario oficial” el que nos los repara. Solo ellos tienen las hormas de nuestros zapatos, las suelas originales de la casa, las cremas concretas del color de su piel etc. 

Una de las cosas que al menos yo echo más de menos con los productos artesanales es la inexistencia de un servicio activo de postventa. Seguramente de tener un problema similar al que acabamos de narrar con otra marca del mismo nivel el trato habría sido muy similar. Sin embargo, lo que no existe en la actualidad es este servicio pero con una filosofía proactiva. Es decir, yo, y seguramente muchos de vosotros, estaríamos encantados de que cada dos o tres años nos hicieran llegar un embalaje en el que meter nuestros zapatos, mandarlos a la casa y que les hicieran una revisión en profundidad para devolvérnoslos prácticamente como el primer día. 
Igualmente, tampoco con seguridad nos importaría que nuestro sastre nos recogiera nuestros trajes y además de limpiarlos les consiguiera recobrar su aire inicial. Con el mero uso, las solapas pierden su giro original, la forma de los hombros termina variando levemente, la raya del pantalón, por buena que sea la plancha en casa, pasados meses no es la misma que la que salió de la sastrería; en definitiva, una ITV completa. 

Obviamente, este servicio debería tener un coste pero estoy convencido de que seríamos muchos a los que no nos importaría pagarlo. La belleza de los productos artesanales es mayor conforme pasa el tiempo por ellos pero este debería dejar en ellos solo su marca y no una huella luego imposible de borrar. 

El Aristócrata

40 REFLEXIONES SOBRE EL BUEN VESTIR: D. ENRIQUE CÓRDOVA ÁLVAREZ

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Hace dos semanas tuve el privilegio de charlar con D. Moisés Córdova Cosín, uno de los grandes sastres de nuestro país cuyo apellido ha sido testigo del devenir de la más alta sastrería nacional a lo largo de tres generaciones. Hoy D. Moisés, octavo sastre de tan prolija saga familiar, es la cabeza visible de la sastrería que en 1896 abrió su abuelo D. Mariano Córdova López en la otrora calle sartorial por excelencia: la Gran Vía madrileña. 

Aunque próximamente tendremos la ocasión de conocer un poco más de esta legendaria sastrería, esta semana me gustaría compartir con vosotros algunas reflexiones que el primo de D. Moisés, D. Luis Enrique Córvoba Álvarez, estampó en el libro “El Buen Vestir” publicado por la editorial Futuro en el año 1992 (dato este último de gran importancia para poder analizar acertadamente dichas reflexiones). 
D. Enrique Córdova Álvarez, además de ser el autor de este libro, es socio fundador de la Hermandad de los Alfayates y regidor suyo en 1991. Así mismo fue desde 1997 miembro de la Junta de Gobierno de la Hermandad de Nª Sª Virgen de los Reyes, patrona de los sastres de Sevilla, y fue igualmente Presidente del Club de Sastres en 1998.

Las afirmaciones recogidas en este más que interesante manual no las queremos plantear aquí como dogmas absolutos sino como declaraciones sobre las que debatir y sobre las que expresar nuestro punto de vista en el apartado de comentarios creado precisamente para servir a esta finalidad. De hecho, el propio D. Enrique anima al lector en su libro a “barajar alternativas y aplicarlas a su propio estilo” saliéndose de sus sugerencias y llegando a “un acuerdo entre esta guía y sus tendencias, para vestir con personalidad”. 
Los postulados en el libro reflejados van mucho más allá de estas afirmaciones siendo, igualmente, acompañados por unos más que explicativos diseños realizados por D. José Herrera, gran sastre y dibujante, quien estuvo también detrás del mítico libro de sastrería “Exacto”. 

Espero disfrutéis de muchas de ellas:

1-En la actualidad ponen etiquetas por todas partes. Mire usted, yo pagué esta prenda; su publicidad póngala en otro lugar.

2-Un señor con la marca visible en cualquier complemento se parece a un hombre-anuncio. 

3-¿Qué es la elegancia? Cuando un señor elegante se retira de una fiesta, todos o casi todos han captado que lo es, pero nadie recuerda muy bien cómo iba vestido.
4-La americana “se pone” pero el abrigo “se calza”. Para ello, una vez puesto, tire al mismo tiempo con la mano izquierda del bajo de la americana hacia abajo, y con la derecha del cuello del abrigo hacia arriba.

5-Siempre es mejor una americana con el cuello desbocado que metido, tapando gran parte del cuello de la camisa. 

6-Personalmente, encuentro que tienen mucha clase esas americanas que se rompen en los delanteros a la altura del botón del talle (no confundir con la americanas que están estrechas). 

7-El entallado en el vestir debe ser tan medido como la sal en los guisos.

8-En sociedad es un acto de cortesía permanecer con la americana abrochada, incluso al estar sentado.
 9-¿Quién fue el genio al que se le ocurrió pasar el reloj de bolsillo a la muñeca?

10-Hágase coser los botones con hilo doble y embadurnado con cera de vela.

11-Puede colaborar el color de sus calcetines con el de su corbata

12-Procure que los puños de las camisas tengan muy poca holgura en sus muñecas

13-  En los trajes claros puede encargar los ojales un poco más oscuros que la tela.
14-Los cuellos de las camisas, con excepción de los de brillo, serán blandos y flexibles

15-Las camisas rayadas son para el día. Para el sport use las rayas gruesas, para la mañana rayas medias y por la tarde rayas finas. Por la noche use camisas lisas, blancas o cremas.

16-Si tiene el cuello largo, le irán muy bien los cuellos de camisa con pasador o imperdible.

17-Traje azul, camisa azulada, corbata azul: un ejemplo de poca imaginación. 

18-No hay trajes aburridos: siempre hay corbatas para evitarlo. En las corbatas está la coquetería del hombre.

19-No respetar color en ninguna prenda e ir perfectamente armonizado es todo un arte. 
20-Si para el chaqué usa plastrón en lugar de corbata, utilice la camisa con cuello de pajarota.

21-La corbata de medio carré, quizá por su alto costo, está en desuso desde hace unos años. Es una pena: tenía una presencia muy especial.

22-La corbata de punto va bien con las combinaciones de sport.

23-Los argentinos llaman al gabán de la forma más lógica: sobretodo.

24-En mi opinión son más frescas las americanas con forro completo que las de medio forro (la espalda sin forro), porque aíslan mejor del calor y tienen mejor caída.

25-La gabardina debe ser amplia y larga, preferentemente con manga raglan. No olvide que es prenda de día; por la noche utilice el paraguas.
26-Si le gustan los hombros redondos, elija las mangas con las costuras abiertas.

27- Al margen de las modas, la altura de la pretina del pantalón debe coincidir con el botón del talle de la americana.

28-El pañuelo de bolsillo de pecho realza siempre la prenda. Para el sport o con los trajes de mañana, puede usarlos en color o a juego con la corbata, Para la tarde o noche, siempre pañuelo blanco. 

29-El esmoquin no lo utilice jamás en las bodas

30-Si le gustan las flores en la solapa, use por la mañana silvestres de temporada, por la tarde clavel de color, y por la noche camelia o clavel blanco.

31-La capa debe usarse con sombrero.
32-En abrigos y americanas de sport que no se quieran recargar demasiado, puede poner picado al canto de cordoncillo con las costuras abiertas.

33-Los tirantes son un signo de elegancia y el mejor complemento de los pantalones.

34-El traje gris perla con raya diplomática es el único color claro que sirve para vestir

35-El verano es la ocasión para cambiar el colorido de trajes y complementos. 

36-Vestir a la moda puede ser una necesidad, pero no es una virtud como para presumir de ello.

37-Un buen traje a medida luce más en movimiento y a una cierta distancia, para que se pueda observar mejor su armonía.
38-No es mala cosa si tanto el cliente como el sastre se dejan aconsejar por la tradición.

39-Si le parece que un traje está fuera de actualidad, no lo tire: en unos años volverá a estar vigente.

40-Con excepción del abrigo de una fila, todas las prendas, si están bien aplomadas, no se van hacia delante ni hacia atrás al desabrocharse.

A pesar de haberse escrito estas afirmaciones hace más de veinte años creo que algunas o muchas de ellas, muchos las tendremos todavía hoy tan presentes como si se acabaran de publicar. 

PD Las prendas que aparecen en este artículo han sido escogidas de un archivo de fotos y no tienen relación alguna con la sastrería Cordova.

El Aristócrata

LA CHAQUETA VAQUERA. MISIÓN CUMPLIDA

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Terminado el periodo estival y deseando que hayáis todos descansado, volvemos a encontrarnos en este nuevo curso académico con un artículo pendiente que muchos esperábamos ver publicado desde hace tiempo. Hace ya más de un año empezábamos una aventura cuyo objetivo, en el mejor de los casos, era cuanto menos impredecible. Hoy, tras varios lavados, pruebas y diferentes diseños podemos presentaros el resultado final.

Durante este año han sido muchos los que de manera pública o privada me han recomendado que me olvidara de ella ya que a tenor de lo que mostraban las fotos no había muchos motivos para ser optimista. Mentiría si dijera que yo tampoco tenía mis dudas. Efectivamente las tenía. Sin embargo, también era perfectamente consciente de que se podía conseguir. Y lo sabía porque Joaquín, responsable primero y último de este experimento, nunca la dio por perdida. Bajo su frase “todo sobre lo previsto” veíamos a la chaqueta ir y venir; no sin verla cada vez un poquito más “perjudicada”.
Fue después del segundo lavado cuando nos situamos en un punto de no retorno que nos dio las claves para llevarla finalmente a buen puerto. Aunque tras este segundo lavado el cuello y el forro se habían, literalmente, destrozado Joaquín insistió en que esto no era mayor problema. “Todo sobre lo previsto”. No obstante, para un ojo profano como el mío, el ver la chaqueta totalmente arrugada, deshilachada e incluso rota no ayudaba a ser del todo positivo. 

Joaquín me pidió una vez más que me la probara para marcar los últimos ajustes. Marcados estos, se envió la prenda al taller. En el taller, se desmontó toda la chaqueta volviéndola a hilvanar y montar como ya se hizo en un principio. El cuello y las solapas, las dos partes principales que más habían sufrido en los lavados, recobraron vida consiguiendo el mismo aspecto que ambas partes tenían incluso antes de pasar por la lavadora por primera vez. 
El haber lavado la chaqueta montada y no haberla montado después de lavar la tela, ha sido la clave para conseguir nuestro principal objetivo: que los roces y el lavado se aprecie en las costuras y no de forma aleatoria por toda la chaqueta. Esto que como hemos visto en los anteriores artículos no ha hecho otra cosa que dificultar enormemente la confección de la chaqueta, ha sido la clave del proceso y lo que diferencia a esta chaqueta vaquera a medida de cualquier otra chaqueta vaquera que yo conozca a la fecha confeccionada de manera artesanal. 

Hilvanada la prenda volvimos a probárnosla aunque al estar ya lavada anteriormente no encogió y por tanto no hubo que hacer más ajustes que definir el cruce de la chaqueta y el largo de las mangas. Esta chaqueta está pensada para un uso puramente de sport y por tanto nos podíamos permitir ciertas licencias. Como se puede apreciar, su largo es bastante contenido – aunque, por supuesto, el trasero queda oculto tras el faldón-, sus mangas son muy estrechas y apenas cuenta con una mínima hombrera. 
Tres ojales en las mangas y dos en las solapas de gran longitud rematan los detalles exteriores de la misma. En su interior se pueden apreciar los vivos rematados a mano. Las costuras de los bolsillos interiores también se realizaron a mano. El hierro que aparece cosido en los sudaderos de los caballos y en los hierros de los coches lo cosió Joaquín en hilo de seda amarillo. Este bordado si bien está muy bien cosido, de haberse realizado más grueso hubiera conseguido un mejor resultado estético.

Dos botones chapados en cobre con una calavera en relieve son los responsables de cerrar los bolsillos interiores. Los botones exteriores son de corozo y aunque unos azul marino envejecido hubieran podido quedar mejor, la escasa oferta de botones de compuestos naturales que hay en nuestro país nos obligó a escoger estos a la espera de en un futuro próximo podamos cambiarlos. Los vivos fueron cosidos a mano. Todo esto sin olvidar que aunque aquí aparezca la chaqueta con corbata - al contrario que en otras páginas yo no me visto para las pruebas - esta solo se vestirá en un uso puramente informal y siempre con ropa de sport.
Dentro de un mundo tan especial como es el de los sastres españoles, en más de una ocasión algún sastre me ha echado en cara que me hago demasiado eco del trabajo de Joaquín. Efectivamente Joaquín ha sido junto a D. José María Reillo, el sastre a quien más piezas he sacado en esta web. Independientemente de que a lo largo de los años haya podido entablar con ambos una relación es cierto que ambos son especiales y se salen del prototipo de sastre más extendido – y los que habéis tenido la suerte de probar más de un sastre estoy convencido de que sabéis a que me refiero. Dejando de lado a D. José María, debo decir que Joaquín es el sastre que conozco con más iniciativa, valentía, atrevimiento y el que más interés pone en sus prendas. 

Sigmund Freud – “Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar; quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante”. Basta como ejemplo el forro que elegimos para esta chaqueta. Siempre he querido tener una chaqueta con forro militar y por más que lo he pedido nunca nadie me lo ha conseguido. Hice lo propio con Joaquín quien me dijo que intentaría localizarlo. Dos semanas después me llamó diciendo que no lo había encontrado ni tampoco localizado en ningún muestrario pero que le había dado la excusa perfecta para reservar una habitación en Florencia y sacarse un billete para el Pitti.  
Ni que decir tiene que el forro militar viajó en su maleta de vuelta. Son estos detalles los que harán que Joaquín, sin ser el más aventajado de su clase, ser – a no ser que cambie mucho el panorama actual – del que más se hable dentro de muy pocos años. Además, un precio francamente competitivo convierte a Joaquín en, como dirían los ingleses, “best value for money”. 

Una agencia de comunicación – algo normal en cualquier sastrería de prestigio italiana o inglesa pero un misterio en las españolas – da a conocer su trabajo tanto en España como en el extranjero. LinkedIn, Twitter, Facebook y múltiples apariciones en revistas y medios del sector – también grandes desconocidos para la mayoría de sus compañeros - solo confirman este punto de vista. Y si todo esto no es suficiente para demostrar que todo aquel que siembra recoge, basta ver los cortes que se acumulan en su mesa de cortar y los que lo hacen en la mesa de sus compañeros.  
Aunque de saber el periplo por el que nos tocaría pasar yo al menos me hubiera replanteado muy mucho el embarcarme en esta aventura, creo que el resultado final bien merece la pena al haber conseguido una prenda única. Esta es para mí la grandeza de la sastrería a medida. Te ofrece cosas imposibles de conseguir con la mejor confección industrial. Por ello, es por lo que en contra de lo que podría ser lo más lógico, esto es, recomendar ese primer traje a medida en color azul marino, yo siempre aconsejo hacerte con algo que no puedas fácilmente conseguir.
Un traje cuadro ventana, un POW, un tres piezas con un chaleco cruzado, un traje cruzado, uno de color poco común o de un tejido especial etc. son, para mí, opciones más lógicas para acudir a una sastrería; sobre todo si no nos podemos permitir hacernos toda la ropa a medida.  

El Aristócrata

ELEGANCIA QUE TRASPASA FRONTERAS

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La elegancia no es propiedad ni de una raza, ni de un determinado grupo social ni tampoco de un país concreto. Por el contrario, en todo tipo de ambientes y de lugares es posible encontrar a personas, normalmente desconocidas, que destacan por su particular manera de entender la elegancia masculina. Y como ejemplo basta analizar los países que este mes traemos a nuestras páginas: Reino Unido, Japón, Italia y la República del Congo; países lejanos entre sí y con realidades culturales muy diferentes pero que comparten un mismo interés por la moda más intemporal y verdadera.

El Reino Unido ha sido el país en el que todos los demás se han inspirado en una forma u otra. Él ha sido ha definido las pautas de lo considerado como elegante y quien a lo largo de los siglos marcó la forma de vestir tanto de medio mundo. Sólo era cuestión de tiempo el que los cambios y las nuevas tendencias que ocurrían en el país anglosajón llegaran a todos los rincones del planeta. 
Hoy la elegancia británica sigue siendo sinónimo de clasicismo, sobriedad e intemporalidad. Si bien con el tiempo esta se ha ido adaptando a los nuevos tiempos todavía el auténtico gentleman inglés es fácilmente reconocible. Apuesta por los trajes oscuros cruzados, o de tres piezas, sin dibujo o diplomáticos, las camisas lisas o de rayas discretas y por modelos de zapatos Oxford y negros. Es fiel a los complementos más atemporales siendo un gran amante de los tirantes, los pañuelos de bolsillo y los sombreros. Apuesta por patrones menos ajustados, chaquetas mas largas, bocas mas anchas….

En el otro extremo encontramos a los habitantes del Congo-Brazzaville, y más concretamente a los conocidos como sapeurs,  los SAPE, Société des Ambianceurs et des Personnes Élégantes, Sociedad de Ambientadores y de Personas Elegantes. Estos jóvenes pertenecen fieles a un movimiento que empezó en la década de los años veinte y que cada año cuenta con más simpatizantes en el país africano. 
También conocidos como les Parisiens, los parisinos, siguen los pasos de André Grenard Matsoua, el Grand Sapeur, quien habiéndose ganado el respeto de sus conciudadanos por su política anticolonial, se ganó su eterna admiración por su  forma de vestir occidental. En contra de lo que pudiera pensarse, los sapeurs no destacan por su nivel ni social ni económico, de hecho muchos de ellos se hacen sus propias prendas por no poder pagarlas, pero en cambio son admirados por la sociedad congoleña por su llamativa manera de vestir y por ese espíritu narcisista que erige sus elecciones frente al espejo. 

La vestimenta de “los parisinos” se caracteriza por sus llamativos colores, sus trajes amplios y sus arriesgadas combinaciones. Los complementos también juegan un papel importante en su vestimenta destacando entre ellos el bastón, la pipa, los pañuelos y los sombreros. El obligado cigarro es el responsable de rematar su conjunto. 
A medio camino entre el sobrio inglés y el llamativo congoleño nos encontramos al siempre interesante cavaliereitaliano. Si bien este ha bebido de las fuentes inglesas ha sabido actualizar y reinventar con mucho estilo y hasta en cierta manera actualizar, el otrora serio estilo británico. 

Ayudado por un clima más benévolo ha adaptado las armadas chaquetas y abrigos británicos a su forma de vida. Para ello, ha desestructurado las prendas, las ha rebajado de hombreras, ha prescindido de gruesas entretelas y las ha vuelto a diseñar. 
En este nuevo diseño ha apostado por un estilo mucho más relajado restándole seriedad a todo el conjunto. Las chaquetas las ha cortado más cortas, sus mangas más estrechas, su cuerpo más ceñido etc. Igualmente, ha disminuido el diámetro de la boca del pantalón, lo ha acortado y le ha diseñado cinturas muy envolventes.

Hablar de estilo español se antoja cuanto menos difícil ya que, desde mi punto de vista, este no existe. La forma de vestir del hombre medio español destaca sobre todo por su timidez y por no querer destacar sobre el resto; de ahí que el traje azul marino, los pantalones largos y los mocasines sean las verdaderas notas características del estilo español. Aunque de esto me temo que ya hemos hablado en otros artículos largo y tendido. 
No obstante, siempre hay ejemplos que con su estilo personal consiguen defendernos fuera de nuestras fronteras y dejarnos en mejor lugar del que verdaderamente nos merecemos. 

El Aristócrata 

DEL USO CORRECTO DE LOS COLORES

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Al contrario de lo que ocurre en la vestimenta femenina donde la elección de un tipo de conjunto u otro responde, en la mayoría de las ocasiones, a una cuestión puramente personal, la del hombre obedece a un protocolo que data del S. XIX. 

Es este protocolo el que aconseja que en los conjuntos masculinos la elección de un color u otro se haga eco de la historia de la vestimenta formal y no obedezca solo a un gusto subjetivo. Por ello, los colores claros deberían ser los protagonistas del día y los oscuros de la noche. La distinción entre día y noche viene concretamente de la época preindustrial, época donde el uso del caballo era el medio de transporte más extendido. 
Era precisamente el contacto con el caballo lo que hacía que la ropa concluida la jornada laboral desprendiera un cierto olor desagradable; de ahí que al llegar casa los hombres se asearan y se cambiaban antes de sentarse a la mesa a cenar. Esa ropa limpia con la que se vestían se denominada “formal clothes” o “evening clothes” y se caracterizaba por su alto grado de formalidad; formalidad que se reflejaba no solo en su corte y en sus largas levitas sino también en su color. Eran concretamente el negro y blanco los únicos colores permitidos una vez puesto el sol. 

El frac, prenda en la que solo tienen cabida los colores blanco y negro, era en la época Victoriana y Eduardina el conjunto más habitual y obligado de vestir después de las seis de la tarde - independientemente de la clase social a la que se perteneciera. Desde entonces y a pesar del relajamiento experimentado concluida la I Guerra Mundial en las pautas de vestimenta, hay ciertas normas que han llegado hasta nuestros días en plena forma. Por ejemplo, los zapatos de color negro y las camisas blancas siguen siendo hoy más adecuados de vestirse en ocasiones de noche y formales que hacerlo con un sencillo traje de chaqueta por la mañana. 
El esmoquin, conjunto donde los colores blanco y negro también son los protagonistas, nace igualmente para vestirse en ausencia de luz solar, algo que termina de consolidar a estos dos colores como los verdaderos dueños de la noche. La pulcritud de estos colores era también utilizada como muestra de posición social frente a aquellos que necesitaban vestir marcados estampados para disimular manchas producidas por un trabajo físico.

Muchos años han pasado desde entonces y ni la sociedad de ahora ni los usos y costumbres actuales son los mismos que aquellos. Sin embargo, todavía quedan guiños a aquella época que la elegancia más intemporal agradece. Por ejemplo, la elección de trajes de tonalidades grises por la mañana y oscuras por la tarde/noche sigue muy presente entre aquellos grupos que más atención prestan al buen vestir. 
Por ello, deberíamos dejar de abusar, como hoy se hace, de los trajes azul marino en prácticamente cualquier hora del día y estación. Igualmente, las camisas de color blanco con traje habrían de vestirse en ocasiones solemnes y por la noche.

Por el día, las camisas de tonos azules y los trajes de colores no muy oscuros son buenos amigos de este atemporal protocolo. De la misma manera, por el día, a no ser que se vista chaqué, el tono de los zapatos debería estar cercano al marrón chocolate o al burdeos y solo por la noche el más formal negro resulta más conveniente. Igualmente, como conocedores de este centenario protocolo, deberíamos intentar reservar los estampados más marcados para las ocasiones menos formales y rurales y en ciudad apostar solo por diseños lisos o a rayas.
Vestir correctamente, y hacerlo además de manera elegante, a pesar de lo que muestre la calle, es algo muy divertido y sobre todo sencillo de conseguir si se sigue un protocolo básico.

El Aristócrata

PASE USTED QUERIDO OTOÑO

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Llamando a la puerta se encuentra un nuevo otoño que este año está previsto sea más caluroso y lluvioso de lo que fue en años anteriores. Esta nueva estación viene a quedarse en nuestra casa para solo marcharse tras escuchar a los Niños de San Ildefonso cantar el gordo de Navidad. 

Durante estos tres meses que tenemos por delante experimentaremos muchos cambios, los días se acortarán, disfrutaremos de más horas de oscuridad, las temperaturas bajarán y las lluvias - esperemos acierten las predicciones - harán su aparición. 
Una de las notas que siempre ha diferenciado a los hombres mejor vestidos ha sido su facilidad para transmitir a sus conjuntos los colores de cada estación. Quizá sea precisamente por todas las tonalidades que emergen ahora por lo que el otoño es, junto a la primavera, la época más interesante para disfrutar de nuestro armario. Al contrario del invierno y del verano donde vestimos de manera parecida a las estaciones precedentes, el otoño y la primavera rompen sin titubeos con los meses anteriores. 

Venimos de semanas de calor donde los colores vivos, los tejidos ligeros y los cortes más desestructurados fueron los protagonistas. Ahora, por el contrario, es tiempo de empezar a abrigarnos y cambiar todo aquello por tonalidades cálidas y por tejidos más abrigados. Sin embargo, no debemos adelantar el calendario y empezar a vestir como lo haríamos en pleno invierno. ¡Ya habrá tiempo de disfrutar de los pantalones de pana, los trajes de franela y los abrigos de lana!.
Un otoño caluroso, como el que se espera este año, puede permitirnos en las horas de sol vestir incluso a cuerpo. Cuando lo hagamos con traje durante esas horas en las que el sol todavía calienta, una larga pashmina mezcla de cachemira y seda puede darnos una protección extra introduciéndola por dentro de la chaqueta. Oculto el sol, una parka desestructurada o un liviano abrigo tipo gabardina nos protegerá del frío sin ser ningún incordio. 

A la hora de vestir de sport, un cárdigan puede hacer las veces de abrigo. Para los momentos más frescos, o cuando aún vistiendo de sport se busque algo de formalidad, una americana será siempre una opción segura. En dichos momentos y por la noche podremos también prescindir del abrigo sustituyéndolo por una chaqueta tipo Tweed. Una camisa a cuadros y un jersey de pico rematarán elegantemente este conjunto. De preferirlo, un acolchado sin mangas nos protegerá en las templadas noches que seguro todavía veremos en septiembre y octubre. 
Volvamos a la vestimenta de traje. Los trajes de tejidos conocidos popularmente como de entretiempo son más que suficientes para aguantar los primeros días de frío del nuevo curso académico. Los tejidos tipo estambre o gabardina son muy agradecidos con estas temperaturas de transición. Los colores serán todavía algo más alegres que los de puro invierno siendo las tonalidades cálidas como la verde ciprés, la marrón arcilla o incluso la más atrevida granate muy acordes con el otoño. 

Estos colores son todos apropiados también en la vestimenta sport – sobre todo en los jerséis y pantalones. A esta paleta de colores podremos añadir, siempre hablando de la vestimenta informal, otros como los caqui, los verde botella, los mostaza o los berenjena. Es precisamente cuando vestimos de sport cuando más fácil es incorporar tonalidades y prendas típicas de cada temporada. Bufandas, pashminas, americanas con estampados tartán, jerséis con diseños Fair Isle o suéteres más abrigados de punto grueso son todas opciones que harán claramente un giño a este otoño.
Ante las posibles lluvias que acechan en el horizonte, nada mejor que un paraguas de calidad, artesanal a ser posible, no necesariamente negro y que contara con un bonito agarradero de madera se antoja como un interesante compañero.  

El Aristócrata

DEL PLACER DE HACER DEPORTE

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Este fin de semana ha sido bastante atípico y me ha resultado imposible escribir nuestro artículo semanal. Corría la carrera de MTB Talajara y echaba una mano con la promoción del Gentleman´s Ride; de este último evento os contaré algo a lo largo de la semana.

Como todos ya sabéis me encanta el deporte. No me atrae para nada el futbol, más allá de ver los resultados del mi querido Albacete Balompié no le presto la más mínima atención, pero en cambio me encantan los deportes de resistencia y otros como el tenis, la equitación y el motociclismo.
Empecé a correr más en serio durante mi época en el Colegio Mayor de San Pablo y desde entonces no lo he dejado. Primero fue la carrera a pie, luego la bicicleta, unos años después la natación y hoy todos juntos y revueltos. Este año he participado en la Media Maratón de Deli, en la Media de Madrid, en la entera de Madrid, en la marcha ciclo turista Catlike y ayer en la Talajara B-Pro. Desgraciadamente no conseguí dorsal para otro de los objetivos deportivos del 2015, la travesía a nado Guetaria-Zarauz.

El deporte de intensidad donde se pone a prueba la resistencia cardiovascular además de los beneficios que dicen los médicos que tiene para el cuerpo, los tiene si cabe más para la mente. En un mundo contra el reloj donde las obligaciones no hacen más que aumentar, reservarte una hora al día, no se necesita más, a hacer ese deporte que te gusta repercute siempre de manera positiva en todo aquello que haces en el día. Saca de ti tu mejor sonrisa, te carga de paciencia y positivismo, te hace tomarte las cosas de manera más calmada y te ayuda a afrontar los días cargado de energía.
La bicicleta es uno de los deportes más agradecido. Tanto la bicicleta de carretera como la de campo te permiten desconectar al mismo tiempo que descubrir lugares nuevos. Pero seguramente sea la bicicleta de campo la que más satisfacciones, por lo menos en mi caso, pueda llegar a darte. En primer lugar, necesitas de mucho menos tiempo que de salir a rodar con la de carretera pero sobre todo te permite huir del ruido del tráfico y del peligro de la carretera y descubrir parajes de ensueño.
 
Pedalear en medio del monte sin ver ni oír ningún vehículo de motor mientras ves como se cruza una liebre o un bando de perdices es una sensación francamente agradable.  Recorrer largos senderos entre chopos y pinos con el único objetivo de coronar una montaña hace que merezca la pena el haber madrugado y pasado calor o frio. Las carreras populares, como la Talajara y tantas otras que se celebran en nuestra magnífica geografía española, es el motivo perfecto para entrenar duro en verano y no sucumbir a la pereza que a todos nos llama a la puerta en algún momento. Es cuando tienes un objetivo por delante cuando más fácil resulta vencer esa pereza y salir ahí fuera a entrenar. Aunque durante los meses anteriores a una importante prueba te prometes tomarte un respiro al mismo al cruzar la meta, al concluir la misma ya estás pensando en cuál será tu próximo reto. ¡Así somos de masoquistas los deportistas!.
No soy partidario de llevar mochilas, ni camelbaks ni nada por el estilo en la espalda ya que terminan dándome demasiado calor y al final las cargo con demasiadas cosas que nunca llego a utilizar. Por ello, veréis que por los laterales del maillot salen unas grandes protuberancias, creedme si os digo que no son michelines – mido 1,78cm y peso 73Kg -, que no son más que las cámaras de repuesto y el juego de herramientas. El mallot es de Sudáfrica, tierra a la que le tengo un enorme cariño por haberme dado muchísimo tanto en el terreno profesional como personal.
 
Aunque esta vez no hemos hablado de moda masculina espero haber conseguido que alguno de ustedes se ponga esta tarde las zapatillas de correr y salga, aunque sea solo quince minutos, a disfrutar del placer de caminar, correr o pedalear al aire libre.  
 
El Aristócrata

DIAMANTES EN LA SUELA

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Una conocida canción de Paul Simon, Diamonds on the Soles of his Shoes, podría hablar de lo efímero del arte de pintar las suelas de los zapatos ya que estos al fin y al cabo están hechos para caminar. 

Como dice su autora, Virginia Frieyro, “el desgaste ira borrando el dibujo hasta que desaparezca por completo y de esta manera se completará la obra y la pieza volverá a ser lo que ha sido desde el principio, unas suelas de zapato”. La belleza del arte efímero radica en su temporalidad; temporalidad que te obliga a disfrutar de él contra reloj.
A Virginia Frieyro (www.frieyro.com), pintora madrileña, tengo el gusto de conocerla desde hace ya algunos años. La amistad de nuestras hijas me ha permitido descubrirla; tanto a la persona como a la pintora. En una de las múltiples veladas celebradas en casa de unos comunes amigos, les mostré a todos los zapatos que me había hecho a medida Norman Vilalta. 

Aunque Virginia no es ninguna apasionada de los zapatos de hombre supo reconocer rápidamente el gran trabajo y el tiempo empleado en ellos. Y hablando de la moda más reciente de pintar la suela de los zapatos, y con la inestimable ayuda que me brindaron las copas de más, me ofreció plasmar sobre sus suelas dos de sus pinturas.
Este trabajo conlleva principalmente una triple complicación. En primer lugar se trata de plasmar un cuadro en las medidas reducidas de unas suelas de zapatos. En segundo lugar aquí el lienzo no es cuadrado y por último la superficie requiere de un tipo de pintura y técnica muy alejada de la estándar.

Dormida ya una larga noche de excesos, el despertador esta vez emitía sonidos en forma de interrogantes. Como minutos después me contaba por teléfono Virginia taza de café en la mano no conseguía ver cómo podía adaptar su obra a este formato: Serena ya me preguntaba “¿por qué pintar en una suela de zapatos? si no se va a ver, si va a desaparecer..!”. Y seguía  cuestionándose y preguntándose “¿se convierte en diseño una obra que pasa a ser un objeto funcional?. ¿Dónde están los límites entre Arte y Diseño?. Y ¿entre Arte y Moda?”
A no ser que estos zapatos, tanto por su belleza exterior, interior como por la de las propias suelas, se convierta en una pieza de arte más en la casa, estaremos todos de acuerdo que no tiene mucho sentido dedicar semejante esfuerzo a una pintura que con solo un uso puede haber desaparecido. Quizás si solo se usan sobre una moqueta esto podría justificarse. Y aún así sería difícil ya que, aunque no se aprecie en las fotos, todos los trazos tienen relieve; relieve que se esfumaría incluso usando los zapatos solo sobre una alfombra.

Según me contó Virginia, ya Sonia Delaunay en los años 20-30 fue pionera en este concepto de Arte –Moda cuando empezó a adaptar sus cuadros y sus dibujos a los tejidos. Estos después se convertían en vestidos, capas, sombreros…vestidos-joya, vestidos-escultura, piezas de Arte sin duda, hoy expuestos en los más prestigios museos.
Frieyro dibujó la suela de los zapatos en unas cuartillas que le sirvieron para hacer pruebas antes de empezar su trabajo en las suelas. Igualmente, comprobó sobre otras suelas de zapatos el efecto de la pintura y su secado. Antes de empezar a pintar las suelas de los zapatos de Norman les quitó su color original dejándolas toralmente homogéneas y listas para plasmar su trabajo. 

A continuación protegió los zapatos y empezó a aplicar las diferentes capas de pintura. Primero esmalte y luego un largo proceso para adaptar una de sus piezas de la serie “Debris” al a nuestras suelas. Pinturas interpretadas a partir de imágenes que la artista saca de la prensa y la televisión donde se ven paisajes de escombros, de destrucción, restos de un tsunami o un terremoto devastador. Virginia Frieyro se sumerge en estas imágenes apocalípticas y busca la Belleza en el infortunio, en el caos, en la muerte.
Varios meses de espera y tras una agradable tarde de flamenco, whisky escocés y cigarros cubanos en el Club Bentley llegó la esperada entrega. Gracias Virginia y Diego por vuestro arte tanto con el pincel como con la guitarra.

…una canción de Paul Simon da título a la obra “Diamonds on the Soles of her Shoes”, llevas una joya, una pieza de arte en tus suelas de zapatos, pero… es una escombrera, no te asustes, sigue caminando! la artista no se olvida que como dice la canción These boots are made for walking, y me insiste en que los use, borre su dibujo y de sentido a los zapatos usándolos para lo que fueron concebidos: caminar y caminar… arte efímero.

El Aristócrata

THE DISTINGUISHED GENTLEMAN´S RIDE

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Los que me conocéis sabéis que no soy muy dado ni a aparecer en revistas ni en cualquier otro tipo de publicación; y mucho menos siendo parte de una portada tan seguida como la del Fuera de Serie. Sin embargo, la existencia de una buena causa bien valía la pena hacer una excepción.

Cada año uno de cada nueve hombres en el mundo desarrolla cáncer de próstata y cerca de 500.000 mueren todos los años debido a esta enfermedad. The Distinguised Gentleman´s Ride (DGR) quiere poner su granito de arena para acabar con la que es la principal causa de muerte entre los varones mayores de setenta y cinco años. Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) aunque a nivel mundial, el cáncer de próstata es el segundo más diagnosticado en hombres – solo por detrás del de pulmón -, en España es, desde hace unos años, el primero en número de diagnósticos (32.641 casos en 2014). 
Para intentar poner freno a ello, el DGR recauda fondos durante todo el año con el objetivo de avanzar en el estudio de esta enfermedad. Estos fondos, que este año se espera asciendan a tres millones de dólares, tendrán como destino a la Asociación Contra el Cáncer de Australia, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda; países donde tomarán mañana domingo 27 la salida el mayor número motoristas y de donde procede también la mayoría de los fondos recaudados.

Un desfile de motos con una causa, mejorar la salud del hombre. Con una enfermedad que no hace más que aumentar, el dinero que se consiga tendrá como finalidad ayudar solo a esas organizaciones que hacen de la investigación su razón de ser. Los responsables del DGR son de la opinión de que de los resultados de las investigaciones se beneficia toda la población, independientemente de donde dicha investigación haya tenido lugar. Por ello es por lo que tuvieron claro desde el primer momento que se creó el DGR que ninguna parte de estos fondos se destinaría a proyectos donde se buscara un fármaco y su posterior patente. 
Para asegurarse de ello, el DGR cuenta con un grupo de científicos, doctores e investigadores que son los que en última instancia deciden los proyectos a los que va destinado lo recaudado. Con el objetivo de reducir las más de 1.300 muertes diarias que produce esta enfermedad, mañana treinta mil motoristas tomarán las calles de trescientas sesenta ciudades repartidas por todo el mundo haciendo sonar sus motores mientras conciencian a la población de la necesidad de hacerse chequeos periódicos que detecten la infección en su fase más embrionaria; fase en la que las probabilidades de tratar con éxito la enfermedad son muy altas.

The Distinghised Gentleman´s Ride se fundó en Sídney en el año 2012 por parte de Mark Hawwa, un apasionado de las motos vintage y de la estética del personaje de Mad Men´s, Don Draper. Buscando combatir la idea negativa que todavía una parte importante de la sociedad tiene de los motoristas, Mark y un numeroso grupo de amigos, decidieron vestirse con sus mejores trajes de inspiración sesentera americana y mostrar a sus conciudadanos lo señores y elegantes que ellos también podían llegar a ser. 
Aquel primer desfile del 2012 congregó a 2.500 motoristas repartidos por 64 ciudades y veinte países. Tras el éxito de aquella primera reunión, los fundadores decidieron que a partir de entonces todo ese señorío se focalizaría también en intentar conseguir dinero que se destinara a una buena causa. En el año 2013 ya recorrían por 145 ciudades de treinta y ocho países 7.000 estilosos motoristas recaudando más de 275.000 dólares. En el año 2014 el número de ciudades aumentó a 257, repartidas por cincuenta y ocho países, y participaron 20.000 motoristas. La recaudación se situó en 1,7 millones de dólares. Este año 2015, con más de 30.000 motoristas registrados en 360 ciudades, se la cifra se ha elevado hasta los 3 millones de dólares. En nuestro país Madrid, Barcelona, Jerez, Castellón de la Plana, Las Palmas, Murcia, Palma de Mallorca, Pamplona, Santa Cruz de Tenerife, Valencia y Vigo fueron las ciudades que albergaron de manera oficial este evento; evento cuya participación era totalmente gratuita.

Don Draper sobre una Matchless G3LS del 57, el comienzo de un elegante paseo en moto. Si aquella foto fue la inspiradora de la primera edición del DGR, muchos otros tipos de moto, y de looks, se dieron cita el domingo 27 de septiembre en las calles de medio mundo. Si bien cada año son más variados los conjuntos que se ven en este desfile, la estética Don Draper sigue siendo la gran protagonista. 
Esta estética inspirada en el Nueva York de los años sesenta, se caracteriza por chaquetas de dos botones amplias en los hombros y estrechas en la cintura reflejando un cuerpo musculoso - en forma de V -, colores sólidos con preferencia del gris, solapas ultra estrechas, camisa blanca, pantalones sin raya, corbata extra fina, pañuelo de bolsillo blanco, gemelos y gabardina. Estampados diplomáticos, chaquetas de sport con marcados diseños tipo Príncipe de Gales y cabelleras perfectamente peinadas y empapadas en gomina rematan esa estampa tan Don Draper. 

Aunque en esta cuarta edición se han visto muchos atuendos inspirados en el personaje principal de Mad Men y acompañados de llamativos bigotes y monoculares, también se disfrutó de otros conjuntos muy populares en países como Reino Unido. Trajes de Tweed, estampados diplomáticos y diseños cuadro ventana convirtieron este evento en todo un deleite para los amantes de la moda más intemporal. Independientemente del conjunto por el que se optó, la corbata, tanto estándar como de lazo, los zapatos de cordones y el traje de chaqueta fueron todo un must. Aunque el nombre de Gentleman´s Ride pudiera llevarnos a pensar que estábamos frente a un evento reservado en exclusiva a hombres, las mujeres eran muy bienvenidas. De hecho, no son pocas las que no dudaron en sucumbir a la estética masculina de aquellos años y exprimir el acelerador de sus café-racers por las calles de sus ciudades.
Si en las ediciones 2012 y 2013 el DGR apenas comenzaba su andadura en España, fue con motivo de la entrada de Triumph en 2014 como patrocinador mundial del evento cuando el DGR se convierte en uno de los acontecimientos sobre dos ruedas más importantes también de nuestro país. Víctor Romero, responsable del concesionario Harley Davidson Makinostra, fue el verdadero responsable del éxito que el DGR alcanzó en Madrid ya el año pasado. Este éxito se vio superado este año con la participación de más de trescientos motoristas. 

La apuesta y pasión de Víctor por las motos en general y por este evento en particular llamó la atención de Barbour International, marca con una larga historia en el mundo de la moto desde 1936, quien no dudó en apoyar esta causa esponsorizando el evento en todas las ciudades españolas. En palabras del gran valedor del DGR en España “el verdadero objetivo de lo vimos el domingo fue pasar un rato agradable entre amigos, disfrutar de un paseo en moto por las principales calles de nuestra ciudad y sobre todo poner nuestro granito de ayuda para intentar parar el avance de esta terrible enfermedad”. Víctor, rodó por las calles de Madrid con una Vespa 150 del año 95.
Trajes años sesenta y setenta, de Tweed o a medida hicieron las delicias de aquellos espectadores que decidieron pasar una alegre mañana presenciando un incesante desfile de motos alejadas de la estética deportiva hoy más extendida. Café racers, scramblers, flat trackers, bobbers, clásicas, scooters de época, chopper vintage, sidecars y modelos actuales pero de inspiración clásica desfilarán todos por las principales calles del mundo. Fueron estas motos, muchas de ellas de la década de los setenta, y los conjuntos y atuendos más evocadores los  protagonistas de un domingo que fue inolvidable no solo en España sino en otras trescientas sesenta ciudades repartidas por todo el mundo.

Los que quieran el año que viene sumarse a esta iniciativa tendrán nuevamente la oportunidad de esponsorizar a través de la web oficial del DGR a cualquier motorista registrado y así aumentar los fondos destinados a investigar el cáncer de próstata. Igualmente, de mantenerse el mismo patrocinio, apoyando a uno de estos motoristas se le estará dando la oportunidad de ganar una Triumph café-racer Thruxton y otros importantes premios en ropa y complementos. Participemos en moto o a pie, los amantes de las motos de época y de los trajes clásicos tendrán nuevamente una oportunidad única de disfrutar de su hobby preferido contribuyendo así además a una noble causa.
Créditos:
* Fotos: Luis de las Alas
Ropa: Traje en propiedad de la sastrería Reillo. Camisa en propiedad de camisería Langa. Corbata en propiedad Tadino
Moto. Royal Enfield Continental GT, también mía.


El Aristócrata
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